Ver a Toni Collete es sinónimo de garantía ya que es de las mejores actrices de su generación y domina cualquier género que interprete. En “La heredera de la mafia” apuesta por la comedia fresca y el resultado es entretenido gracias a los enredos absurdos con momentos de violencia y acción ideales para pasar un buen rato, además de ese toque de empoderamiento femenino, ya que la protagonista, cansada de no ser tomada en cuenta en su trabajo y con un esposo que le es infiel, viene de la mano de Monica Bellucci, la cual le avisa que deberse tomar las riendas de la dinastía familiar a la que pertenece, todo esto bajo la dirección de Catherine Hardwicke.
La historia sigue a Kristin, una mujer que se enfrenta a una serie de agotadores desafíos en su vida: su único hijo parece odiarla y lo único que desea, con desesperación, es poderse ir a la universidad; los problemas con su jefe, un sexista despreciable, van en ascenso y acaba de descubrir a su marido, un fracasado músico, engañándola con una de sus admiradoras. Para su fortuna, en medio de tanto problema, recibe la llamada de Bianca, una mujer de confianza de su abuelo italiano, para hacerle saber que el hombre falleció e invitarla a su funeral. Kristin decide aprovechar la oportunidad, pensando que se trata de un viaje gratis a Europa, lleno de pasta, vino y atractivos hombres. Pero, en realidad, cuando el funeral termina en un sangriento tiroteo, descubre que no está ahí solo para conocer a la familia, sino para asumir su nuevo papel, como la jefa de la mafia más feroz de Calabria.
No le podemos pedir mucho a esta película porque sencillamente nos lo entrega desde los primeros minutos, siendo divertida con los graciosos momentos de tensión que vive la protagonista en su afán por tratar de adaptarse a la nueva vida que al parecer tendrá que llevar, dejando atrás los temores y demostrando de qué está hecha para así no ser devorada por aquellos hombres poderosos que la quieren hacer sentir menos por ser mujer, lo que le permitirá aprender de sus errores, ser más decidida y lograr esa satisfacción personal que tanto desea desde hace años como alguien independiente, fuerte y cual líder nata.
Si bien la película puede resultar un caos insípido para algunos por su guión e historia, Collette es capaz de hacer casi verosímiles los cambios más abruptos de tono o los giros más forzados de la historia, ya que se mueve con confianza entre la comedia autodespreciativa y la acción, e incluso consigue que su evolución se sienta natural pese a lo apresurado del texto.