Es imposible no decir esta palabra desde los primeros minutos hasta el final de los seis emocionantes episodios: Esta serie es PERFECTA en todos los sentidos y por completo supera todas las expectativas que nos generamos al saber que se desprende de una serie que de igual manera logró gran aceptación en sus primeras dos temporadas, pero “La Reina Charlotte” nos ofrece todo aquello encantador que podemos imaginar y lo lleva a una explosión de emociones.
Esta historia es una precuela del universo de Bridgerton, en la que esta poderosa familia de la alta sociedad londinense intenta encontrar el amor y la felicidad. Esta serie narra la historia de la Reina Charlotte, personaje que ya conocimos, solo que ahora durante su juventud y hasta el momento en el que se casa con el Rey Jorge III, en contra de su voluntad, en 1761, unión que la convirtió en la Reina de Gran Bretaña. Cuando Charlotte llega a Londres el mismo día de su boda, allí se enfrentará al escrutinio de la madre del monarca y del resto de aristócratas. Durante sus primeros días de matrimonio con el misterioso y temperamental rey, la frustración dominará a la joven, que deberá cumplir con sus deberes maritales, aunque a regañadientes, pero también iniciará un camino de nuevas “amistades” que formarán parte de ese camino lleno de complicaciones interiores y entendimiento de responsabilidades.
LO BUENO: Cada uno de los personajes en su versión adulta y joven, nos brinda interpretaciones inolvidables, donde conocemos la versión joven de una mujer que el destino la llevó a iniciar una nueva vida llena de lujos pero de carente de cuestiones interiores, de un gran amor interno hacia ese ser con el que compartió su vida hasta el final, y es que es imposible no querer a cada personaje hasta un punto de llegar a las lágrimas en el último episodio y de vivir al máximo un quinto episodio que nos da una entrega total en la historia llena de lucha, de sentimiento y de un mundo en el que no todo era tan fácil como parecía, en el que conocimos a una joven que nunca quiso saltar el muro que la llevaría a su normalidad, quedándose para cumplir su misión: Ayudar y saberse especial.
LO MEJOR: Y todavía a esto aumentamos lo encantador que resulta su ambientación el impecable vestuario, los increíbles peinados y esas piezas instrumentales que escuchamos de fondo en escenas importantes, todas ellas adaptaciones de clásicos de Beyonce y Whitney Huston, pero además y pese a sus episodios mayores a una hora, viviremos el dolor en esta historia de apariencias, posiciones, aceptación social, necesidad de amor, líos de sexualidad y pasión, secretos, amistad, amores prohibidos, corazones rotos, el racismo de la época, pérdidas, responsabilidades, enfrentamientos familiares, apariciones públicas y el ver como una mujer navega en emociones sorprendentes y la entereza que debe tener para no dejarse vencer por nada ni nadie, buscando conseguir respeto.