Sabemos que el camino de los Live Action que ha realizado Disney de sus grandes clásicos animados, de un tiempo para acá, no han sido nada fácil; si bien algunas adaptaciones han logrado aceptación, otras han sido señaladas como fallidas al no respetar la esencia o dar giros poco fundamentados.
Lejos de la polémica absurda que ha generado “La Sirenita” por situaciones que no valen la pena recordar, se trata de una de las mejores propuestas en cuanto a lo que representa en su argumento y lo poderosa que es visualmente; tal cual se vivió en su momento la magia de “La Bella y la Bestia”, y la sorpresa que resultó “Aladino”, aquí tenemos nuevamente el empoderamiento femenino y de paso ahora sí le dan su lugar e identidad a un príncipe, es decir Eric, el cual tiene motivos, una familia, siendo que el amor entre ambos protagonistas sea enormemente creíble en pantalla.
Si hablamos de una fidelidad en cuanto a la historia, el setenta por ciento de la película lo respeta tal cual la animación de 1989, a la cual le tengo un cariño muy especial porque fue la primera cinta que vi dentro de una sala de cine en compañía de mi papá (QEPD) y con lo cual nació mi gusto por el séptimo arte; es ahí donde radicaba mi exigencia para que mis expectativas fueran superadas y esto se logra gracias a la espectacularidad de sus efectos especiales, al carisma de los personajes (aunque según la gente física y digitalmente no fueron del todo respetados) y a esas tramas extras que han sido incluidas para darle un poco más de presencia e historia a los personajes que forman parte de esta aventura donde una joven sirena, hija del Rey Tritón, se enamora de un humano con el que quiere pasar el resto de su vida, por lo que hará hasta lo imposible, al grado de perder su voz por un acuerdo con la bruja del mar, Úrsula, para lograr su objetivo.
Puede que para algunos la película se sienta oscura, ya que la mayoría de las escenas ocurren en el mar, sumamos el hecho de que en totalidad la villana, en su representación gigante, visualmente no es la mejor, y a lo mejor no todos reciban a bien las nuevas canciones que interpretan el príncipe, la protagonista y la escandalosa Scuttle, pero los grandes clásicos que todos nos sabemos están ahí, los momentos musicales como “Bajo del mar”, “Parte de él” y “Bésala” son especiales y están bien logrados, además el sentimiento de la historia y el amor padre e hija, quedará impregnado en nosotros desde el inicio hasta el final, en el que sorpresas como que Eric es adoptado por una Reina y Úrsula es familiar de Tritón, serán bien adheridas a la historia que se actualiza solo un poco, logrando salir a flote después de todo aquello que tenía en contra para el mundo, pero que para los verdaderos fans tendrá un digno resultado que vale mucho la pena disfrutar en cines.