Veracruz casi siempre ha aportado al Gobierno, en su conjunto, hombres de Estado y del estado, en términos de país, y como Nación; incluso, ocupando posiciones muy importantes, tal y como en la actualidad continúa sucediendo en el gabinete legal del Presidente de México.
En ese contexto igualmente, otros mexicanos de excepción también han brindado su tiempo, esfuerzo y capacidades en favor de nuestras instituciones de la República, como el recién fallecido, Don Porfirio Muñoz Ledo.
En la LVII Legislatura del H. Congreso de la Unión (1997-2000) -en la que coincidió con mi difunto Señor Padre Don José Luis Enríquez González-, y otros veracruzanos y veracruzanas – presencié el momento que expresó al Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León al responder su tercer informe de gobierno: “Saber gobernar es también saber escuchar y saber rectificar. El ejercicio democrático del poder es, ciertamente, mandar obedeciendo”.
Aquella Legislatura fue la primera en 70 años en la que el PRI no logró mayoría absoluta, y pues juntos los diputados -entonces- de los partidos de oposición PAN, PRD, PT y PVEM formaron mayoría y que tomó el control de la Cámara, momento histórico en el que Muñoz Ledo, se hizo sentir con claridad y precisión.
En 2008 tras la muerte de mi Papá, conversé con Don Porfirio y al darme el pésame, me dijo: “los luchadores sociales, permanecen siempre y están vigentes a través de las aportaciones que han hecho”. Hoy, puedo confirmar que Muñoz Ledo habrá de continuar activo por todas las contribuciones que edificó en la construcción del camino del México de ahora.
Navegó contra viento y marea, fue un reformador democrático que contribuyó a trazar las nuevas coordenadas de la vida política mexicana desde los 80’s, le vi y oí en varios momentos dar lecciones y transmitir enseñanzas, en foros y pláticas, donde tuve la oportunidad de estar; surcó duros y crueles mares de la política en y del estado, e incluso en sus últimos días de vida.
En un restaurante de la colonia Roma de la Cdmx fue la más reciente ocasión que le saludé, y su lucidez intelectual, política y visión adelantada, le distinguían en la mesa donde comía con amigos. Un servidor estando a unos metros de ellos, saboreó la riqueza de oírle expresiones muy aleccionadoras.
Mi Padre también me contó que siendo Don Porfirio, secretario del Trabajo en una reunión entre la dirigencia del Sindicato Nacional y los Industriales Azucareros, les dijo que el diálogo para encontrar acuerdos de ambas partes hacía necesaria a la flexibilidad, y les invito a sostener un diálogo inteligente y respetuoso. “Hoy me queda claro que Muñoz Ledo fue flexible, incluso en momentos de una alta tensión personal, pero también en lo institucional.”
Don Gonzalo Martinez Corbalá (QEPD) en una charla junto con Jorge Pabello Olmos -en el restaurante La Casa de Mamá en Xalapa- nos habló del cambio democrático que México enfrentaba entre 2000 y 2006, y refería que a personajes como Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Andrés Manuel López Obrador, les veía capacidades de aglutinar la fraternidad humana en el devenir de las urnas, desde la oposición. No erró en su enfoque el político y diplomático, hombre de izquierda y miembro del consejo editorial del Periódico La Jornada.
QEPD Don Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Lazo de la Vega.
Un café con doble carga
“Lamento el fallecimiento de Porfirio Muñoz Ledo, con quien por mucho tiempo tuve coincidencias. Las discrepancias no borran los buenos y largos momentos de amistad y compañerismo; mucho menos su legado político. Abrazo a sus familiares y amigos”, escribió el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en sus redes sociales.
De sobremesa
Amistades de origen tuxpeño como Don Jesús Reyes Heroles, aseguran que Porfirio Muñoz Ledo, ha sido de los alumnos más avanzados en la escuela política, polemista e intelectual de nuestro distinguido veracruzano.
Un café light lechero divorciado
El Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo Federal, creo que podrían hacer lo necesario para dejar testimonio de un pleno reconocimiento a Porfirio Muñoz Ledo, como gran tribuno y uno de los parlamentarios más relevantes en el contexto de habla hispana, y referente obligado en la historia de la transición política en México.
Un café negro veracruzano
Hablando de hombres del estado mexicano, don Carlos Tello Macías dijo en alguna ocasión: “Un secreto es de dos; si éste se sabe y usted no lo dijo, entonces fue el otro”.
Por José Luis Enríquez Ambell
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