Formar parte de la vida de Maddie, Dana Sue y Helen ha sido uno de los más gratos regalos que Netflix nos ha dado desde hace dos años en que “Dulces Magnolias” arribó a la plataforma como parte de esa honesta, actual y mágica historia que de los libros, se ha convertido en una serie que por completo tiene ese elemento meloso y positivo que tanto hace falta en la actualidad.
Es así como este viaje nos sigue llevando hacia la comunidad de Serenity, ese lugar tan pintoresco y agradable que trae consigo diversas situaciones que parten desde este grupo de tres amigas inseparables que son el claro ejemplo de fortaleza y que nos encaminan hacia un poderoso mensaje personal, familiar, social y emocional en el que navegaremos por cada una de las historias de sus personales que sencillamente resultan entrañables y que uno como espectador los lleva en el corazón.
LO BUENO: Cada episodio ha resultado un aprendizaje motivacional gracias a sus diálogos donde existe un espacio para el amor, el perdón, las oportunidades, la fuerza de voluntad, la nobleza y la necesidad de ser buenos seres humanos. Tener a todo el cast original ha sido un gozo durante estas tres temporadas; si bien sabemos que las protagonistas son el hilo conductor de la historia, cada uno de los personajes secundarios forma una parte muy importante, y destacan a la par con participaciones atractivas, sin dejar de lado la carta fuerte de esta serie: la emotividad.
LO MALO: Esta temporada de 10 episodios se siente un poco más sencilla en cuanto a situaciones a comparación de las anteriores, de inicio los nuevos personajes no resultan tan atractivos y pareciera que están metidos con calzador para generar conflictos, pero a medida que avanza la historia y que nuevamente nos brinda lo que nos ha gustado todo este tiempo, es lo que nos lleva a vivir emociones cálidas y reconfortantes, que nos hace tener la esperanza de una siguiente entrega.