Además del efecto nocivo provocado por el excesivo uso de productos agroquímicos, causa de la degradación del suelo y baja productividad de la tierra, también ocurre el factor de la erosión hídrica traducida en el arrastre de nutrientes y materia orgánica por escurrimientos de lluvias al desplazarse en superficies desprotegidas de vegetación, ambientes “pelones”.
Hablamos de otra manifestación del grado de deterioro de recursos naturales que urge corregir porque está en riesgo la alimentación básica de millones de mexicanos, consecuencia del abandono de programas específicos que antes personal de la Secretaría de Agricultura sostenía de la importancia del Departamento de Conservación de Suelos y Agua.
Ese apoyo al agricultor desapareció, en este momento, nadie del sector oficial “mueve un dedo” en favor de la recuperación del equilibrio del ecosistema.
Producto de las consultas técnicas del ingeniero Francisco Javier Ugalde Acosta, coordinador de Divulgación del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, cuyo contenido comparte con lectores de El Dictamen, para recuperar 1 centímetro de suelo en la superficie ocupa un periodo entre 100 y 200 años.
Se trata de un recurso no renovable en la escala de tiempo humana, por lo tanto debe entrar en catálogo de prioridades el regreso de programas gubernamentales en favor de retención de corrientes desprendidas de precipitaciones pluviales.
Otro impacto nocivo de este problema hídrico corresponde al azolve ocasionado por el arrastre del suelo en lagunas, ríos, cuerpos de agua en general, origen de trastornos en navegación de los mismos, inundaciones en localidades circundantes y contaminación, efectos conocidos como fuera de sitio.
Se pierden 23 millones de hectáreas por erosión causadas por lluvias: Ugalde
Por esta suma de factores, de la superficie del territorio nacional identifican 23 millones de hectáreas con erosión hídrica y el Estado de Guerrero resulta el más lastimado en el 32 % del total, mientras Veracruz reporta 66 mil hectáreas en esas condiciones.
Ugalde Acosta aclaró la evolución del conflicto ambiental, data de muchos años atrás, es cierto, pero la atención oficial y productores descuidaron el reclamo de la naturaleza, de allí la urgencia de restituir el Departamento de Conservación de Suelos y la gente de campo aplicar recomendaciones técnicas de probada eficiencia aportadas por investigadores del Campo Experimental Cotaxtla.
Del compendio de salidas prácticas y prontas para reducir riesgos de la erosión, proteger el patrimonio tierra, deben, en casos de terrenos inclinados como sucede en región de Los Tuxtlas y otras, construir muros vivos hechos de árboles de chicozapote, cítricos, separados un metro de cada uno, podarlos en X a fin de favorecer entrada de luz.
También uso de curvas de contorno distribuidas en terrazas y una tercera alternativa es combinación de coberturas vegetales a base de pasto, el propósito es restarle velocidad al escurrimiento de las lluvias, así como la erosión.
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