A las orillas del parque de Naolinco, ambientado por el ruido de los motores y el sonar de las campanas de la iglesia se encuentran unas tiendas improvisadas que sobre unas mesas repletas de figurillas pone al alcance del visitante una tradición centenaria.
Así como el creador formó a Adán del polvo, los artesanos son creadores también de figuras y vasijas que empiezan desde la arcilla elemental.
La artesanía de barro de San Miguel o de barro blanco hecho a mano es una tradición que existe hasta el día de hoy en tierras veracruzanas.
Se sabe que la alfarería es una de las técnicas más antiguas desarrolladas por el hombre, y hasta el día de hoy sigue siendo parte fundamental, al menos para los habitantes de San Miguel de Aguasuelos, poblado ubicado a unos seis kilómetros de Naolinco.
En un principio la alfarería de barro surgió como una técnica que ayudó a la humanidad desde el almacenamiento de agua, hasta la preservación de los alimentos.
Los sábados y domingos los artesanos se mueven a Naolinco donde las ventas tienen mayor alcance, aunque también se dirigen a otros lugares del estado como Xalapa o Veracruz, incluso otros estados de la república donde se les invita a mostrar sus productos.
María del Socorro, es una artesana originaria de San Miguel de Aguasuelos y se dedica a la fabricación de figuras de barro blanco y junto con otras compañeras ofrece sus creaciones en el centro de Naolinco.
Artesanías de barro blanco, una razón más para visitar Naolinco
Es una técnica presente dentro de muchas culturas que hoy en día se ha convertido en un medio de expresión artística.
María del Socorro comenta que San Miguel de Aguasuelos tiene cuatrocientos años de que existe como poblado, fue en 1688 que el virrey de España otorgó su fundación, sin embargo, permaneció sujeto a Acatlán para evitar la despoblación del mismo.
Las formas y acabados de las figuras varían tanto como la imaginación que las mujeres artesanas de San Miguel emplean en ellas.
En cualquier puesto en Naolinco y en otras ciudades donde las artesanas llegan a tener un espacio se puede encontrar de todo, desde pequeñas iglesias, casas, reproducciones de animales y otros objetos como tinajas, cajas, alcancías, campanitas y más.
En épocas navideñas los artesanos del pueblo preparan todo tipo de figuras para los nacimientos: animales, pastores, los tres reyes magos, la sagrada familia, todos son realizados con esmero y dedicación.
El tiempo estimado para moldear una de las piezas más pequeñas es de cinco a diez minutos y las grandes de uno a dos días, informó María del Socorro.
El procedimiento que lleva la fabricación de una pieza en la cuestión del secado, además que tienen que alisarla y tornearla para tenerla bien hecha es de ocho días, eso desde que se hace hasta hornearla.
En la familia de María del Socorro son ya varias generaciones de artesanos del barro blanco, desde que su bisabuelo inició hasta el día de hoy que ella participa incluso en competencias y se desenvuelve mejor en entrevistas puesto que seguido representa a los comerciantes de barro frente a los curiosos que gustan de hacer preguntas sobre el tema.
La técnica base no ha cambiado mucho, existen muchas familias que durante generaciones han perfeccionado y modificado la técnica para obtener acabados diferentes.
“Anteriormente nuestros bisabuelos solamente hacían lo que eran las tinajas, floreros, cascollos, puras cosas que eran utilitarias para poder almacenar ya fuese comida o agua. Porque anteriormente la transportaban en ellos y la comida no se enfriaba, ni el agua no perdía el frío. Ahora lo que hacemos son piezas decorativas, para recuerdos, antes solo era para almacenar cosas,” recuerda María del Socorro.
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