Saúl Canelo Álvarez mantuvo todos sus títulos mundiales del peso supermediano al vencer a Jaime Munguía, por la vía de la decisión unánime, y quitó el invicto al boxeador tijuanense.
El mexicano no pudo cumplir con su promesa de noquear a Munguía en ocho rounds, sin embargo, sumó una victoria convincente, ante un rival que ilusionó a muchos, pero terminó por sucumbir ante la experiencia y poderío del Canelo.
En el primer round, ambos luchadores invirtieron los minutos iniciales de la pelea en estudiar a su contrincante. Munguía fue el que decidió atacar primero con una serie de jabs de izquierda que mantenían a distancia a su rival. El tijuanense cerró el primer asalto con un zurdazo que sorprendió al Canelo.
En el segundo round, Álvarez y Munguía soltaron un poco más sus guantes e intercambiaron buenos golpes que prendieron a la afición presente en la T-Mobile Arena. El tijuanense continuó con su buen inicio de pelea y atizaba el rostro del Canelo con una combinación de hasta tres golpes, que en un punto hicieron que el jalisciense buscará las cuerdas.
En el tercer round, Munguía retrocedió en su ataque y comenzó a administrar el lanzamiento de golpes. Sin embargo, mantuvo a raya con un jab de izquierda que incomodó al Canelo Álvarez durante gran parte de la pelea.
En el cierre del asalto, Jaime Munguía volvió a la ofensiva y maltrató al Canelo con una serie de golpes que lastimaron al campeón del peso supermediano.
En el cuarto round despertó el Canelo Álvarez. El mexicano inclinó la balanza con una combinación que dejó mal parado a Munguía; el bajacaliforniano aguantó lo más que pudo, hasta que llegó un uppercut de derecha que lo sacudió y lo mandó a la lona.
El tijuanense escuchó el conteo y se puso de pie, visiblemente afectado por los potentes golpes del Canelo, que comenzó a ver la luz al final del túnel. La campana no pudo llegar en un mejor momento para el retador, que sobrevivió al que era su peor momento de la pelea.
Canelo Álvarez derrota a Jaime Munguía en una gran función de box en Las Vegas
Canelo, como si fuera un tiburón, olfateó la sangre y se lanzó nuevamente al ataque. Munguía sufrió en su defensa y comenzó a recibir mucho castigo, aunque ocasionalmente lograba conectar golpes para quitarse de encima al campeón.
El tijuanense aún se notaba maltrecho de su caída en el cuarto asalto, pero logró sobrevivir a los rounds 5 y 6, aunque su ventaja se desvaneció y se acumuló el castigo sobre su humanidad.
En el inicio de la segunda mitad de la pelea, Canelo administró y cedió la iniciativa de un Munguía, que presentaba las primeras señales de cansancio. A placer, Saúl Álvarez se quitaba los ataques de su contrincante y respondió con goles que siempre caían en el cuerpo del tijuanense.
A partir del octavo asalto, Munguía vivió un renacer en la pelea, una vez que retomó el jab de izquierda que tanto molestó al Canelo en los primeros rounds.
En el noveno round, el tijuanense creció en confianza y volvió a conectar sus golpes sobre el rostro del jalisciense, que resintió la fuerza en las combinaciones que lanzó Munguía.
Canelo Álvarez retomó el control de la pelea en el décimo capítulo, ante un público que se enganchó de nueva cuenta con la respuesta de Munguía a la ofensiva.
Saúl Álvarez cerró fuerte la pelea, después de administrar los últimos dos rounds, e intentó sin éxito buscar el nocaut de Munguía, que estaba de pie por el orgullo y la garra que siempre lo ha caracterizado.
Canelo Álvarez fue declarado unánimemente como el ganador por tarjetas de 117-110, 116-111 y 115-112 y retuvo todos su cinturones de campeón indiscutido de los pesos supermedianos.
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