Rubí y Tomás trabajaron tres días en intentar apagar los incendios de Alvarado, para evitar que el fuego llegara a su parcela. Pero no lo lograron y con ello perdieron una gran cantidad de dinero que aún no han podido contar. En la misma situación se encuentran muchas familias de la zona.
El pasto para su ganado, los alambres, la madera y todo lo que tenían en el sitio fue consumido por el fuego. Pero además a las pérdidas le deben sumar el dinero que han invertido en gasolina, agua y todo lo que han dispuesto para hacer la labor voluntaria de combatir las llamas.
“Desde ayer andábamos apagando las parcelas de los vecinos para que no llegara al de nosotros, pero ya no pudimos (…) gran parte del pastizal que teníamos ahí, un poco seco, pero teníamos, lo usamos para el ganado, sino hay pastizal qué va a comer el ganado, ahorita lo vamos a tener que mover para otro lado y comprar comida (…) se quemaron el pasto, el alambre, todo eso y todo eso hay que comprarlo”, contó Tomás.
Rubí vende ropa en el pueblo. Pero su dinero lo ocupó en comprar las aguas y refrescos que entrega al por mayor a quienes trabajan apagando el fuego, mientras se transporta en su camioneta para llevarlas de un lado a otro. Todo para intentar que ninguno se vaya a deshidratar y se dañe su salud.
En Alvarado familias aseguran que los incendios afecta su situación económica
Ahora Rubí y Tomás no saben de dónde obtendrán el dinero para solventar las pérdidas que tuvieron y para reponer lo que han gastado en estos cuatro días en que el fuego a consumido parcelas y parcelas de 18 de las 40 comunidades de Alvarado. Pero tampoco lo saben un sin número de familias que se encuentran en su situación.
Las autoridades no han dado una cantidad total de hectáreas que se han perdido durante estos incendios, pues según han señalado es necesario esperar a que terminen para poderlas cuantificar. Tampoco han proporcionado un monto de lo que ascienden las pérdidas económicas.
Isabel Hernández Muñoz perdió la madera que tenía en su parcela y que vendería para obtener recursos económicos y aunque hasta ahorita no sabe cuánto asciende en dinero, tampoco sabe cómo solventará su pérdida.
“La parcela se quemó todo el pasto, que quemó toda la madera, se quemó todo el alambre, se quemó todo, ahora de donde vamos a comprar (…) tenía mucha madera para sacar para vender” dijo sobre su parcela de 20 hectáreas.
Muchos propietarios de terrenos de la zona se encuentran trabajando, al igual de Rubí, Tomás y el nieto de Isabel, en apagar los incendios. Esas personas quieren ayudar a mitigar los daños ya sea evitando que su propiedad se incendie o, si ya la perdieron, apoyando a que las de sus vecinos no corran con la misma suerte.
Pero ninguna de esas personas sabe cómo enfrentará sus propias pérdidas económicas, pues la prioridad para todos y todas está clara: controlar el fuego y evitar que vuelva a iniciar en otro sitio, tal como ha sucedido en los últimos días.
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