Aunque aún encontramos gente del gobierno que resta importancia a los alcances de la investigación dedicada a la productividad del campo en México, durante el recién concluido periodo de sequía extrema quedó demostrada la bondad de la ciencia y tecnología y en el caso de la ganadería de Veracruz, la sobrevivencia de miles de bovinos estuvo sustentada en el consumo de pasto pangola, nutritivo y muy adaptable a condiciones atípicas del clima.
A principio de la década de los años 50s en el sureste de México las praderas eran de gramas nativas, apenas sostenía 1 cabeza de ganado por hectárea en el año.
Incosteable la actividad pecuaria y fue en 1955 señaló el ingeniero Francisco Javier Ugalde Acosta, coordinador de Divulgación del Inifap cuando personal del Campo Cotaxtla inicia trabajos sobre forrajes localizados en potreros de zonas de médanos o cordón litoral de las llanuras del Golfo y Costa del Pacífico Sur.
Crean primer jardín botánico en Campo Cotaxtla
De las primeras acciones destacadas explicó más adelante ,figura la creación del primer Jardín Botánico de Especies Forrajeras en el Campo Cotaxtla localizado en Medellín con 485 especies y variedades de zacates y luguminosas de diferentes regiones.
Uno de los pastos evaluados por su adaptación y potencial productivo en ambientes agresivos fue el Pangola originario de Transval, Sudáfrica. Circulan 2 historias, una de 1925 que cita al gobierno de Tabasco como introductor del mismo y otra de 1953 a través del señor Rafael Acosta. Investigadores del Campo Cotaxtla le dieron manejo agronómico y análisis bromatológico.
Observaron rápida cobertura, amplia adaptación a diversos suelos y climas, rápida recuperación después del pastoreo, resistencia a sequías y mayor producción anual de forraje verde con 90 toneladas por año o hasta 500 pacas en condiciones de temporal.
Lograron ganancias de 400 kilogramos de peso vivo por hectárea, excelente digestibilidad lo que permitió elevar el número de cabezas de carga animal.
Afectaciones por norte y sequía
Ugalde Acosta también hizo referencia a la naturaleza de producción de forraje en México, se trata de una actividad estacional debido a las lluvias, su mejor momento; pero baja drásticamente durante época de nortes y sequía, peor cuando resulta extrema como en el presente año –noviembre a mayo-.
Aquí surge el Pangola como mejor solución al producir entre 28 y 30 toneladas por hectárea. Según declaraciones de ganaderos: “Cuesta plantarlo, pero dura toda la vida, si te pasas de carga animal, no desaparece, vuelve a crecer”.
Por esas ventajas sigue como el preferido de los hombres y mujeres dedicados a producir carne y leche en condiciones de rentabilidad, abona en dar certidumbre a quienes dedican esfuerzo en producir de manera eficiente la tierra.
Ganaderos pioneros en pangola
Honor a quien honor merece y en esta ocasión, el entrevistado reconoció a los pioneros y promotores del cultivo del pasto Pangola en 1957: Ezequiel Lagunes, vecino de Tierra Colorada; Angel Cházaro, de Isla; Hugo Chiunti, Cosamaloapan; José de Diego, Isla; Manuel Morales, Emilio Carranza; Guillermo Thomas, San Rafael; Lauro Delfín, Naranjos, Tres Valles y José Cupertino Hernández Sosa, Tierra Blanca, entre otros.
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