Desde el Mirador Canadiense y en el Vagón del Tiempo
Por: Elvira del Carmen Tejera/El Dictamen
REMANSO DE PAZ Y AMOR
Un remanso de paz y amor… A quién no le hace falta en estos tiempos convulsos que vivimos, no solo en nuestro país, sino en el mundo entero… Pero para qué hablar de lo que está a la vista y nos humedece los ojos y nos estruja el corazón por la impotencia que nos envuelve. Y tuvimos la fortuna de encontrarlo el domingo 17 de agosto cuando, con nuestros hijos y nietos, asistimos a la convivencia familiar que un grupo de feligreses de la iglesia católica Melquita Jesús Cristo Rey, organizó en el Monasterio Apostólico de la Resurrección, cercano a Toronto que fundó el Padre Hanna hace como once años…
UN CAMINO ENTRE VERDES ÁRBOLES
Salimos de casa para tomar la carretera y, en poco tiempo, nos desviamos para seguir en un camino, y en cuarenta minutos, vimos una cruz como señal de un corto sendero bordeado de altos y frondosos árboles, una grata laguna que serpenteaba hacia otros linderos, y ante nosotros apareció el edificio del Monasterio mencionado. A base de arduo trabajo que lo hizo colocarse como un exitoso empresario, más tarde decidió consagrar el resto de su vida a la verdadera riqueza, que es la espiritual, buscando en la oración a nuestro Padre Eterno…
ENDEREZÓ SU VIDA A CONSTRUIR EL MONASTERIO
Y enderezó su trabajo, con el mismo empreño, a reunir lo necesario para poder construir un lugar lleno de armonía, amor y recogimiento; encontró el terreno y empezó a dar vida a su pensamiento y a sus ideas, desde los planos de la edificación hasta los espacios verdes y la quietud que subraya la laguna que pasa por ahí. Tiene en el primer nivel un amplio salón para recibir a los visitantes que deseen enriquecer su alma con la esencia conventual que allí emana, su cocina, comedor, y servicios; en el segundo nivel se encuentra un acogedor oratorio con místicos ventanales; y en el tercer nivel habitaciones que ocupan tanto él, como una hija que se vino a compartir la vida nueva de su padre, apoyándolo en la multitud de quehaceres rutinarios, y también para los religiosos que los visitan…
COMPARTIMOS UN EMOTIVO BREVIARIO ESPIRITUAL
Una experiencia que revitalizó nuestro ser, fue el breviario espiritual que surgió en el oratorio en el que el Padre Hanna se elevó para pedir misericordia y amor a nuestro Ser Supremo, seguimos sus oraciones, la homilía que un sacerdote amigo dijo nos emocionó. Pero el rostro se nos humedeció cuando, siguiendo el rosario que pasaba de manos en manos en los misterios, se lo entregaron a un niño (que pensamos se lo iba a transferir a su padre que estaba junto a él, pero con gran naturalidad, para nuestro asombro, lo comenzó a rezar él mismo, y más tarde, al preguntarle su edad, nos dijo con ternura, seis años…
GOZAMOS LA CONFORMACIÓN DEL MONASTERIO
Salimos a caminar en sus hermosas áreas verdes y nos topamos con un invernadero, un gallos y pollos, áreas de siembra, una rústica cancha de juegos, que los chicos aprovecharon al máximo, y áreas de descanso en las que algunos se tendieron en sillas, sillones de madera, y también en el verde suelo. Ya cerca de las tres de la tarde, pasamos a compartir las viandas y bebidas que las familias llevaron y que fueron colocadas por las señoras, auxiliadas por los señores en una larga mesa a la que pasaron a servirse para después comer en las mesas dispuestas en el salón y charlar con pensamientos positivos, y dando antes, por supuesto, las gracias a Dios por proveernos con el pan y la sal y, sobre todo por permitirnos disfrutar de las cosas bellas que dispuso para nosotros en el mundo…
AGREGADO A ORACIÓN QUE NOS ENSEÑÓ NUESTRA MADRE
Recordamos también la oración que nuestra madre nos pedía dijéramos junto con nuestra hermana antes de comer “Gracias Dios por este pan que vamos a comer, dáselo a otro pobrecito que también lo ha de merecer”, y pensamos que podríamos agregarle: “Te pido también que les des el remanso espiritual que me has brindado a mí. Amén” …
ESPERAMOS IR AL EVENTO DE LA UV
Todavía no sabemos, pero estamos haciendo lo posible por transferir para otra fecha la presentación del libro “Los milagros existen”, en una de las iglesias unidas, en Toronto, como lo había agendado la Asociación Multicultural Canadá Nos Une, para poder asistir a la Ceremonia Conmemorativa de los Ochenta años de la UV. Tendrá lugar el próximo viernes 6, a las seis de la tarde, en el Foro Boca, dentro de la que entregarán la presea “Identidad, Tradición y Gratitud” a algunos egresados que han participado en su proyección, a la cual nos ha invitado la vicerrectoría a cargo del Dr. Rubén Edel Navarro, y le agradecemos la deferencia, así como a la directora de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación, Mtra. Rossy Lorena Laurencio… Y seguiremos en sintonía el próximo lunes de nuestro mes patrio… Agradeceremos sus comentarios: [email protected]