Adriano publicó una emotiva carta como respuesta a las imágenes de él que se volvieron viral tras ser captado sin zapatos y en aparente estado de ebriedad al interior de una favela en Brasil.
En su increíble y honesta misiva, el exdelantero de la selección de Brasil aceptó que no pudo cumplir con las expectativas que generó alrededor de su carrera y se llamó a sí mismo un “desperdicio”.
“¿Sabes lo que se siente ser una promesa? Lo sé. Incluyendo una promesa incumplida. El mayor desperdicio del fútbol: yo. Me gusta esa palabra, desperdicio. No solo por cómo suena, sino porque estoy obsesionado con desperdiciar mi vida. Estoy bien así, en un desperdicio frenético. Disfruto de este estigma”, escribió en The Players Tribune.
En una segunda parte de su carta, Adriano rechazó que consuma drogas o que sea un delincuente y confesó que ama recorrer su barrio.
“Recuerdo mis historias de infancia, escucho música, bailo con mis amigos y duermo en el suelo. Veo a mi padre en cada uno de estos callejones. ¿Qué más quiero? Ni siquiera traigo mujeres aquí solo quiero estar en paz y recordar mi esencia. Por eso sigo volviendo aquí. Aquí me respetan verdaderamente. Aquí está mi historia. Vila Cruzeiro no es el mejor lugar del mundo. Vila Cruzeiro es mi lugar”, añadió.
Adriano habla sobre su vida en la favela en una brutal carta en The Players Tribune
Finalmente, Adriano recordó que cayó en el alcoholismo después de que fue dado de baja por Inter de Milán, un duro golpe del que ya no pudo recuperarse.
“Cogí una botella de vodka. No exagero, hermano. Bebí toda esa mierda solo. Me llené el culo de vodka. Lloré toda la noche. Me desmayé en el sofá porque bebí mucho y lloré”, concluyó.
Hace unos días, las redes sociales mostraron su preocupación por Adriano, quien fue captado en compañía de unos hombres en una favela de Brasil, en donde es visto habitualmente tras terminar su carrera como futbolista.
Adriano jugó con Flamengo, Inter de Milán, Fiorentina, Parma, Sao Paulo, Roma, Corinthians, Atlético Paranaense y Miami United F.C. entre 2000 y 2016.
Con la selección de Brasil, el delantero, apodado El Emperador, jugó una Copa América (2004), dos Copas Confederaciones (2003 y 2005) y el Mundial de Alemania 2006. Con la Verdeamerela marcó 27 goles en 48 partidos.
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