Por: Manuel Lucio/Retratista
Si algo distingue a las familias mexicanas, en especial las veracruzanas, es su solidaridad, esa unidad en todas las pequeñas cosas cotidianas de la vida, en las dichas y en las tristezas la algarabía de su gente, su idiosincrasia bulliciosa, la alegría bullanguera con que disfruta de su sones, sus bailes, sus costumbres, su gastronomía y lo arraigado de sus raíces; su maravilloso folklore y de Veracruz un lugar mágico y tradicional, quienes saben divertirse, reírse, se reinventan día con día, le dan la cara a la adversidad y a los problemas con valentía y confianza, pone en todo lo que hace por delante el corazón. Nuestro País tiene una alta riqueza cultural y se ve reflejado sin duda alguna en el ámbito textil. La creatividad de los diseñadores mexicanos se manifiesta en prendas que podrían considerarse auténticas obras de culto al nivel de las creaciones de cualquier otra industria, hoy en día combinando raíces y Glamour. Ha tenido un desarrollo monumental en sus colores y formas en dónde se ve reflejada la historia de nuestro país en cada una de sus zonas de cada estado: “En la región que habita la cultura indígena, otomí entre los estados de Puebla e Hidalgo el que tienen un estilo con tres características, el colorido, la recreación de figuras fantásticas entre alebrijes y su distribución saturada a lo largo del lienzo, en la zona de Michoacán la mariposa se ha vuelto muy representativa, en Tabasco las flores en forma de tiras, en la Huasteca Potosina los colores que predominan son el rosa mexicano, el naranja, el verde, bandera en sus flores y grecas y flecos; en fin, es un estallido de colores toda nuestra República, la cuenca del Papaloapan en nuestro Veracruz; hay que darnos la oportunidad de explorar y portar con orgullo nuestra cultura.