Entiendo que no podía esperar mucho de esta película, pero le di la oportunidad por la gran publicidad que tuvo boca a boca desde que apareció su primera imagen, pero en verdad jamás había visto algo TAN MALO. ¡No gasten su dinero!
Una vuelta de tuerca siniestra a los personajes literarios creados por Alan Alexander Milne. En esta película, Pooh y Piglet se convierten en los principales villanos, tras ser abandonados por un Christopher Robin que va a la universidad. El chico se aleja de ellos, y se desentiende de ellos, poniéndoles la existencia muy difícil. Como han tenido que valerse tanto por sí mismos, se han vuelto esencialmente salvajes: han vuelto a sus raíces animales. Ya no son amigables: son como un oso y un cerdo despiadados que quieren ante todo dar caza a muchas presas.
Su premisa era atractiva y podía desarrollar una historia interesante desde el punto en que Christopher Robin abandona al osito bobito y este se vuelve malo, pero los personajes son grises, las actuaciones pésimas, los diálogos terribles y las secuencias de terror mal logradas y distan mucho de ofrecer el impacto que prometían. Parece más una mala comedia en la que solamente se rescata su ambientación, el toque gore, el exceso de oscuridad y la historia como cuento que nos explica al inicio.
En conclusión: Como Winnie y Piglet se sienten solos y tenían la necesidad de comer, enloquecen y deciden sacrificar a uno del grupo, es por ello que matan a Igor. A raíz de eso se desata su furia hasta el tiempo en que nuevamente su ex amigo de la infancia regresa con su novia al bosque para presentarle a sus amigos, y estos los sorprenden matándola a ella y torturándolo a él; corte a una chava de nombre María está en terapia y le recomiendan que se vaya al bosque a alejarse de todos sus problemas, es así como llega al lugar con cuatro amigas y una a una (sin motivo alguno) van muriendo a manos de los temibles villanos. Fin