Por Bnei Baruch
Cercano o lejano
Seguramente han surgido infinidad de preguntas sobre los temas que estudiamos hasta ahora, y todas requieren una respuesta. Nos referiremos a ellas a lo largo del curso, pero contestaremos a dos de ellas ahora:
- ¿Qué significa asemejarse al Creador?
- ¿Cuál es el significado de estar lejos o cerca del Creador?
Al comenzar la lección, aprendimos que el Creador es una fuerza de entrega y otorgamiento que dirige toda la creación. Por lo tanto, surge la pregunta, ¿Qué significa asimilarse a una fuerza? Ya que fuerza, según su concepto, es una esencia abstracta carente de forma.
Respuesta: asimilarse al Creador significa asimilarse a su atributo, a Su calidad interna al atributo de otorgamiento. Cuanto más otorgue el creado, cuanto más actúe sin evaluaciones egoístas y dirija todo en beneficio de lo que está en su exterior, así, se irá asimilando más al Creador y sentirá con mucha más intensidad los beneficios que Él le tiene preparado.
Una vez aclarado este punto, podremos contestar también a la segunda pregunta: ¿Qué significa estar cerca o lejos del Creador? Ya que el Creador es una fuerza que se encuentra en todas partes, entonces, ¿Cómo se puede estar cerca o lejos de algo que está por todos lados? Respuesta: la cercanía o lejanía.
Al Creador se mide según la magnitud de asimilación a Él. Si el hombre se ve controlado por su naturaleza (deseo de recibir), se alejará del Creador, y en el caso de otorgar, se acercará a Él.
El tema del distanciamiento del hombre en relación al Creador lo explica Baal HaSulam en el artículo “Entrega de la Torá”: “el hombre nace como un asno salvaje.
Porque cuando sale y nace del seno de la creación se encuentra completamente impuro y denigrado, esto se refiere a la grandeza del amor propio que está grabado en él, con lo cual cada uno de sus movimientos gira con fuerza sobre su eje, sin ninguna chispa de otorgamiento al prójimo, ni nada.
Entonces, se encuentra en el extremo opuesto de la raíz, o sea de una punta a la otra, siendo su raíz (el Creador) otorgamiento absoluto, sin tener ni una pizca de recepción, y ese recién nacido se encuentra en un estado de completa auto recepción, sin ninguna chispa de otorgamiento, ni nada”.
Cuando el Creador se aleja del creado a través de los cinco mundos: Adám Kadmón, Atzilut, Briá, Yetzirá y Asiá, el deseo de recibir va tomando conciencia de su naturaleza de recibir y como consecuencia, se va alejando del Creador, hasta alcanzar la última etapa del proceso, este mundo, en el cual su naturaleza, el deseo de recibir, lo controla por completo y le oculta al Creador.
El proceso de distanciamiento del hombre respecto al Creador no termina con su descenso hasta “este mundo”. En cierto sentido, a partir de este punto es que recién está comenzando. También en este mundo, el deseo de recibir atraviesa un proceso de desarrollo cuyo propósito es traer al individuo a un deseo autónomo de realizar el plan de la creación.
En las dos clases anteriores, mencionamos algunas de las estaciones y tendencias más significativas en el desarrollo del deseo de recibir en este mundo.
En la próxima parte de la lección, ampliaremos y completaremos la imagen.
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