Destaca el ejemplo del doctor Efraín Hernández Xolocotzi, defensor de la conservación de semillas nativas de maíz, frijol, calabaza, chile y otras hortalizas.
Este personaje nacido en Tlaxcala, es la figura de seguimiento obligado por nuevas generaciones de ingenieros agrónomos dotados del espíritu de superación en el estudio, trabajo y la docencia. Poseedor de una visión progresista cuyo legado persiste en la conciencia de gente innovadora, apasionada por aprender de lo mejor ofertado en instituciones de avanzada tanto nacionales como extranjeras.
En lo general la historia de vida del científico resulta interesante, indicó el investigador Francisco Javier Ugalde Acosta, del Campo Experimental Cotaxtla en el relato relacionado con su colega de cuna humilde, quien apenas con 10 años de edad, junto con su madre de profesión maestra, emigraron a Nueva Orleans en cuyo territorio curso estudios de agronomía. En 1939 regresó a México para incorporarse al Banco Nacional de Crédito Ejidal con sede en el Estado de Tabasco.
Tiempo después participa en proyectos de la Secretaría de Agricultura en equipo con personal de la Fundación Rockefeller. Precisamente allí, en la oficina de Estudios Especiales, luego convertida en el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas Forestales y Pecuarias conoció al doctor Edwin Wellhausen, experto mundial en maíz; quien luego de valorar su potencial le otorgó becas en universidades de Nueva York y Harvard.
Reconocimiento mundial al talento mexicano en Agronomía
La trayectoria de 49 años de docencia de Hernández Xolocotzi cobró relevancia en su paso por el Instituto Tecnológico de Monterrey y Universidad de Chapingo. Maestro de intelectuales de la talla de José Sarukhan y compañero de trabajo de Arturo Gómez Pompa. Sin duda, hablamos de una referencia de un aspiracionista que en base al estudio y entrega por cumplir de manera responsable sentó huella del talento mexicano.
Luego de dejar herencia de 200 artículos publicados en revistas científicas especializadas, otros 6 libros entre éstos uno denominado “Xolocotzia” en el que destaca la importancia del plasma germinal nativo, fortalecimiento y conservación del mismo, murió el 21 de marzo de 1991, fecha previa a la conmemoración del Día del Agrónomo en Chapingo, municipio de Texcoco. La comunidad agronómica considera al maestro Efraín Hernández Xolocotzi, un legado etnobotánico infinito.
Síguenos en Twitter @ElDictamen
O si lo prefieres, en Facebook /ElDictamen.
Y también en Instagram: @ElDictamen
Más noticias: AQUÍ