¡ME ENCANTÓ! ”Todas las veces que nos enamoramos” fue el arma perfecta que Netflix tenía bajo la manga para presentar como un nuevo proyecto de los creadores de “Élite”, y el cual acertadamente estrenaron el día de San Valentín; como resultado tenemos una serie de ocho episodios con una enorme explosión juvenil llena de actualidad, frescura y comedia, en donde encontraremos a un grupo de entrañables amigos que vivirán al máximo el amor, las complicaciones de la vida diaria y el empeño por el arte que realizan, el cine, desde su tiempo de estudiantes hasta su etapa de profesionistas, ambientada en un 2003 lleno de nostalgia, música y una frase que debemos tener siempre presente: “Julio e Irene se han enamorado muchas veces porque se van a dejar muchas veces”.
Irene es una joven que llega a Madrid con el sueño de convertirse en directora de cine. En la capital empieza a tejer una nueva red de amigos y conoce a Julio, un joven con el que crea una conexión muy especial, y a quien elige como protagonista de su primer cortometraje, ya que pese a que el chico aún no define muy bien qué quiere para el futuro, el destino lo acomoda como un actor incipiente que comenzará a llamar la atención de los directores, pero en especial de Irene, ya que ambos sienten atracción. Mientras Irene se enfoca en cumplir sus deseos y en disfrutar de sus nuevas amistades, se da cuenta de que la vida tiene otros planes para ella, ya que este nuevo grupo comenzarán a experimentar situaciones que ni ellos mismos imaginaron.
LO BUENO: Es increíble la química en los protagonistas Georgina Amorós y Franco Masini: Irene y Julio se aman, pero se hacen tontos. En su andar conoceremos a ese par de amigos que son una joya, Carlos González como Da, y Blanca Martínez como Jimena, indispensables en la trama, la cual gira en diversos años teniendo como punto de partida un colegio y un departamento, sets de grabación, parte de la vida nocturna y esos temas juveniles e inclusivos con naturalidad, donde el amor genera líos y en el que debemos entender que el apoyo y la comunicación deben existir en la relación con nuestros cercanos.
LO MALO: Me atrevo a decir que esta serie es perfecta, pese a su excesiva cantidad de desnudos y escenas sexuales por momentos innecesarias, pero hoy es pan de cada día y más dentro de la plataforma; gracias a su buen guión, a ese toque meloso necesario pero mesurado y haciéndonos reír a carcajadas en varios momentos, esto es un triunfo, no faltando la emotividad y suspiros, llevándonos así a desear que exista una segunda temporada, ya que su escena final da para contar más, ahora que la protagonista deberá tomar una decisión importante justo el día de su boda.