El paisaje se vistió de negro en Alvarado y Tlalixcoyan, hacia donde se mire solo puede ver humo y cenizas que cubren metros y metros de parcelas. Eso es lo único que se ve luego de días de que los pobladores organizados, pelean un fuego que no les da tregua.
Los y las voluntarias logran apagar algunas extensiones, pero enseguida se escuchan los gritos que avisan de otras que están siendo cubiertas por el fuego. Cuatro días han pasado así, apagando llamas que no quieren ceder en Alvarado y Tlalixcoyan.
Esas personas voluntarias aseguran que los han dejado solos, que han sido ellos quienes se han tenido que hacer cargo pues las autoridades no han hecho lo suficiente para ayudarles.
En las zonas donde ya lograron apagar, el humo aún se puede ver en algunas en lo que fueran pastizales, piñales, y sitios de cría de ganado. También se puede ver el cansancio en el rostro de quienes dieron batalla intentando que el fuego no consumiera más, aunque calculan que perdieron hasta 500 hectáreas, sin que hasta ahorita exista un conteo oficial.
En otras zonas, el humo y el fuego cubren parcelas enteras, mientras que todas las personas corren y corren de un lado para otro, intentando apagar.
“La gente no hemos podido dormir pensando que vamos a explotar (…) no ha habido la ayuda suficiente, andan dos o tres pipas”, reclamó una de las habitantes de La Palma en Alvarado.
Quienes no corren con su propia bomba para mitigar el fuego, lo hacen con cubetas o con varas. Quienes no lo hacen, se encargan de repartir aguas y refrescos para mantener al voluntariado hidratado.
Pero eso no ha evitado que algunos terminen afectados, como el nieto de Isabel Hernández a quien su abuela ya no quiere que vaya, pues después de tres días ya tiene los ojos hinchados y problemas para respirar.
Pobladores de Alvarado y Tlalixcoyan apoyan a combatir los incendios
“Muy mal, no han mandado a alguien de verdad para apagar el fuego porque un helicóptero ya hubiera venido y ya hubiera apagado, no que esto sigue y sigue y sigue, los ciudadanos que somos nosotros hemos apagado”, dijo Hernández.
“Vienen nada más a pararse el cuello, a decir que apoyan, pero la verdad no recibimos apoyo de nada (…) estamos desde antier, antenoche, anoche hasta como la 1 de la mañana y ahorita, ellos nada más andan en la orilla de la carretera, los que andamos dentro de los terrenos somos nosotros”, sentenció José Ángel Uscanga.
La alcaldesa Lizette Alvarez Vera, alcaldesa de Alvarado, señaló que 18 de las 40 comunidades del municipio presentan incendios, aunque afirmó que sí están brindando apoyo con los bomberos y todas las corporaciones para tratar de sofocar el fuego.
Pero en Rincón de La Palma, una de las comunidades invadida por el fuego, difieren. En su visita le reclamaron que deberían hacer más por lograr apagar el fuego ya que hasta el momento han sido los habitantes quienes hacen la mayor parte del trabajo y absorben los gastos.
En el caso de Tlalixcoyan, los habitantes cuentan que han sido dos comunidades afectadas pero que con sus propios medios lograron apagar.
Los improvisados bomberos usan sus propios materiales, los conocimientos que se transmiten de boca en boca y mucha voluntad para evitar que el fuego se siga extendiendo, protegiendo especialmente las casas que se encuentran cerca.
“La verdad la situación ha estado crítica, han sido días y parte de la noche que ha estado batallando, en parte de controla el fuego, en parte vuelve a intensificarse pero la verdad hemos estado unidos (…) cansados, agotados pero hay que entrarle porque esto no espera”, contó Fernando Martínez.
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