“El viejo” es una tradición que perdura pese al paso de los años y por ello, cada 31 de diciembre, un grupo de personas, salen a las calles a bailar y festejar al año que está por terminar.
Entrevistado por EL DICTAMEN, Agustín Guerola Bibén-Lafón, integrante de la oficina de fomento a la lectura del IVEC, aseguró que la tradición del viejo se celebra en diferentes regiones del Sur de México, donde Veracruz no está excluido de ello, aunque va adquiriendo algunas variantes, con espectáculos teatrales, danzas o representaciones.
Destacó que es común que, a finales del mes de diciembre, se vayan elaborando uno o más muñecos, aunque actualmente ya se pueden ver incluso en piñatas, que simulan ancianos de cabello y barba blanca, vestidos con atuendos regularmente regionales o con ropa vieja, sombreros de jarocho y paliacates, todo muy gastado, señalando precisamente que se trata de alguien que ha pasado muchas cuestiones.
Algunos muñecos de “El Viaejo” son rellenados con telas y otros con periódico, hay otras personas que los llenan de pirotecnia, que es algo que ya no está permitido, por cuestiones de seguridad.
Muy pocos saben que el origen de “El Viejo”, es una huelga portuaria, que organizaron los trabajadores para pedir el pago de su aguinaldo.
“Fue una huelga portuaria por no tener beneficios, generó que se estableciera un canto, una limosna para este pobre viejo que ha dejado hijos”, comentó.
El Viejo es acompañado de grupos musicales, mujeres personificadas de embarazadas porque representaban la espera de la llegada del nuevo año.
El objetivo es quemar todo el viejo, para deshacerse de las cosas malas y la esperanza de que será un buen año, el que está por iniciar.
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