Entre porras se realizó el segundo debate la gubernatura de Veracruz. Personal de seguridad forcejeaba intentando detener la puerta de cristal que dividía el recinto donde la y los candidatos dirían sus propuestas.

Adentro del World Trade Center, algunos aspirantes a distintos puestos de elección popular, representantes de partidos políticos, familiares e integrantes cercanos de las campañas escucharon los planteamientos y las acusaciones.

Afuera, se ondeaban banderas y se coreaban canciones que se asemejaban a las porras del fútbol.

Los momentos de mayor tensión se dieron a las entradas y salidas de quienes contienden en las campañas, donde inclusive llegaron a jaloneos que no pasaron de allí.

“Tienen miedo, los Yunes tienen miedo” gritaban los morenistas mientras con trompetas hacían el mayor ruido posible. Ante la respuesta igual de estruendosa de “Yunes gobernador” de los simpatizantes del PRI y PAN que con sus propios artículos promocionales hacían el coro.

Segundo debate a la gubernatura de Veracruz, plagado de porras, gritos y empujones

Así caminaron los unos y los otros atrás del candidato José Yunes Zorrilla. Los priistas intentaron romper el cerco de seguridad para entrar en tumulto al interior del WTC y aunque algunos se colaron, el personal actuó rápido e impidió el ingreso masivo.

En el desfile de candidatos le siguió Hipólito Deschamps de Movimiento Ciudadano, que pese a su discurso de que va creciendo en las encuestas, no levantó los mismos ánimos de sus competidores.

Pero la llegada de Rocío Nahle de Sigamos Haciendo Historia por Veracruz, también estuvo plagada de porras y gritos. Tanto a favor como en contra, cual hinchas de fútbol, que intentan animar y poner nerviosa a la competidora. E igual que su contrincante, sus aficionados trataron de ingresar por la fuerza tras ella, pero fueron detenidos.

Adentro, Javier Solórzano y Mitzi Cordero tuvieron la encomienda de dirigir el debate organizado por el Organismo Público Local Electoral, para que la y los candidatos presentaran sus propuestas, aunque en varias ocasiones les tuvieron que recordar que intentaran responder los cuestionamientos y apegarse a los temas.

La y los aspirantes se declararon ganadores apenas terminó el debate. Ese discurso, aun sin escuchar sus propuestas, se repitió afuera, por parte de quienes ondeaban las banderas, gritaban y creían firmemente que su aspirante había ganado.

Así fue como una pequeña trifulca llegó a los empujones, pero se dispersaron rápidamente para seguir cada uno gritando por su favorito a convertirse en el próximo gobernador o gobernadora de Veracruz.

Por Ana Alicia Osorio

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