Mientras no exista la voluntad de la Secretaría de la Función Pública y las Contralorias Generales de los estados de la República y todos los entes responsables del control y la evaluación en la administración pública en su conjunto para blindar electoralmente el proceso 2024 que se adelantó -es evidente- la transparencia para una plena rendición de cuentas está en riesgo, y es que toda la burocracia está suelta y expuesta a resultar observada y sancionada.
Al menos en Veracruz, la comunidad de servidores públicos municipales, estatales y federales conforman todo un pelotón chiflado en términos de un abierto proselitismo -en horario y días hábiles, incluso- en favor de quienes sus inmediatos superiores les instruyen apoyar en las actividades que se vienen desarrollando, y, en especial, por Claudia, Adán Augusto y Marcelo, y paren de contar.
Además, administrativos y jurídicos e igualmente los órganos internos de control muy poco -por no decir nada- están haciendo en términos de blindaje, y diría don Teofilito por los Polivoces: “ni lo harán”.
No existe respeto alguno por los lineamientos vigentes y endebles en la materia, y que tienen como objetivo para cada proceso electoral, el establecer los mecanismos de prevención, investigación, corrección y proveer elementos de blindaje y en su caso, sancionar los hechos y conductas cometidas por servidores públicos que vulneren principios constitucionales y las reglas a las que están obligados a observar, pero quienes deben hacerlo andan en un “estado de autismo normativo”.
La equidad de por sí entre los contendientes en el ala interna de MORENA está muy cargada en favor de doña Claudia, y es evidente al observar a servidores públicos en todas sus modalidades de contratación -base, confianza, honorarios, y entre otros-, que se hacen presentes más en las visitas y eventos de la jefa de Gobierno de la Cdmx con licencia, que cuando recorren la entidad veracruzana Adán Agusto, Marcelo y Ricardo, y esta inequidad interna será mayúscula cuando sea oficialmente la candidatura.
Y no es de sorprender que así sea – ni será hoy la primera ocasión ni la última – pero es bastante grave que quienes deben cuidar a compañeros servidores públicos – están dejando huellas que en su momento pueden llevar a exponer a los burócratas – acarreados o no, pero trabajadores en activo a recibir sanciones, dado que la época de polarización dará elementos a la oposición para promover denuncias, presentación de pruebas y sanciones que pueden llevar a la destitución, y hasta el momento, el poder judicial federal no parece estarse tocando el corazón para efectos de regresar dardos envenenados al régimen en todos sus niveles, y es ahí donde la hebra se revienta por lo más delgado; el, la, los y las trabajadores (as) de oficinas públicas.
Recordemos que la Ley en materia electoral tiene bien definido los actos anticipados de precampaña, como las expresiones que se realicen bajo cualquier modalidad y en cualquier momento y antes del inicio del proceso electoral formal, y eso hace focalizada la participación de los servidores públicos de manera abierta y eso presumiblemente los hace sancionables, de ahí que los órganos internos de control y todas las áreas de administración, no están previniendo la injerencia de servidores públicos en el camino a las elecciones del 2024.
De sobremesa
Hechas al vapor o no, sólidas o no, pero ya hay reglas traducidas en lineamientos por el INE y ordenadas por el TEPJF en los que se establecen con certeza las medidas preventivas a fin de evitar la injerencia y/o participación de personas servidoras públicas, así como los denominados servidores/servidoras de la nación en los procesos electorales y, de manera específica, el día de la Jornada Electoral, o sea; el blindaje electoral y la capacitación a la burocracia no parece estar siendo efectiva, y recordemos que quien avisa no engaña, y los órganos de control andan en el despiste, hasta el momento.
Un café con doble carga
Esto mismo aplica -no sólo a quienes apoyan a los aspirantes a la Presidencia de la República- sino también a quienes suspiran por relevar al Gobernador de Veracruz en términos de la restricción de las y los servidores públicos que aspiren a competir por otros cargos electivos, pero de no cuidarse les puede caer la voladora también.
Un café para llevar
Por lo pronto, la aparente falla estructural desde la institucionalidad en términos de no observar las reglas ante la ociosidad de los órganos de control, administrativos y jurídicos, mantendrá a la burocracia en su conjunto cerca de los riegos.
Un lechero light divorciado
El titular de la SEFIPLAN, José Luis Lima Franco, según información difundida en medios, dijo que “no existe posibilidad de ampliar el presupuesto 2023 a dependencias y organismos autónomos”. Y añadió: “que cada una de las Secretarías del Poder Ejecutivo deberá sujetarse al techo presupuestal asignado desde finales de 2022”, pero valdría la pena que se diga también que esto obedece a lo que el Poder Legislativo aprobó en su momento, y que si no alcanza o alcanzaría, pues seguramente no supieron estimar o justificar lo proyectado o sea, alguien no hizo bien la tarea en las instancias de dónde se solicita obtener mayores recursos.
Un café de olla de barro
La ley es clara en la construcción y los procedimientos de presupuestos para edificar el paquete económico cada año, pero a veces algunos “vivillos” se atrasan e incluso hay quienes le encontraron la vuelta para que “los aumentos del presupuesto aprobado ya no pasen por el Congreso,” ojo Señoras y Señores Diputadas y Diputados.
Por José Luis Enríquez Ambell
¡ ES CUANTO !
Síguenos en Twitter @ElDictamen
O si lo prefieres, en Facebook /ElDictamen.
Y también en Instagram: @ElDictamen
Más noticias: AQUÍ