Se descubrió una región de arrecifes profundos, conocidos como mesofóticos, que brindan numerosos servicios ambientales a las especies marinas de dicha zona y que son estudiados por primera vez.
Una investigación llevada a cabo en el Golfo de México por Greenpeace México, investigadores de la Universidad Veracruzana (UV) y el Colectivo Interdisciplinario de Ciencia Aplicada y Derecho Ambiental (CICADA) a bordo del barco Arctic Sunrise.
“Para realizar esta investigación, estamos haciendo uso de tecnología de punta nunca antes usada en México. Se trata de un sumergible tripulado por dos personas (NEMO 2) y un dron submarino (BoxFish) que nos han permitido observar y documentar distintos organismos en los ecosistemas arrecifales.”, mencionó Viridiana Lázaro, campañista de biodiversidad de Greenpeace México.
Además, gracias al trabajo de exploración llevado a cabo con una ecosonda de barrido lateral, se pudo observar la complejidad topográfica de estos arrecifes.
Así, se destaca que el ecosistema encontrado es único para la región, y que además está poco caracterizado; estos datos sugieren que este ecosistema arrecifal puede ser muy extenso.
“La investigación se ha concentrado en los ecosistemas arrecifales mesofóticos (EAM), que se encuentran a mayores profundidades que los arrecifes de coral someros.
“Las especies que se han observado hasta el momento sugieren la conectividad entre ecosistemas someros, mesofóticos y cercanos. Es importante destacar que se encontraron zonas en las que existe agua con menor salinidad en el fondo marino lo que muestra la posible presencia de una reserva de agua dulce, hallazgo que deberá seguirse investigando.
Científicos de la UV y Greenpeace descubren arrecifes en el Golfo de México
“También se ha documentado una zona conocida como «Carcachas», que es hoy un arrecife artificial formado por el naufragio de un barco a inicios del siglo pasado.
En este sitio encontramos gran diversidad de especies de peces, tanto juveniles como adultas, muchas de ellas de importancia comercial como pargos, jureles, barracudas, langostas, sierra y meros, diversidad que puede apoyar a la pesca artesanal de las comunidades costeras.
Sitios como Carcachas necesitan un programa de manejo que brinden lineamientos y reglas de operación para el aprovechamiento sustentable, ya que su presencia prueba que donde hay pocas estructuras arrecifales naturales, un pecio, como en este caso, puede funcionar como un arrecife artificial que proporciona valiosos servicios ecosistémicos.” declaró el Dr. Javier Bello, líder de la investigación por parte de la Universidad Veracruzana.
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