Te invito a dejar de hacer lo que estés haciendo, porque es necesario que conozcas la vida de Manuel y Erik, dos niños que habitan en el Itsmo de Tehuantepec, Oaxaca, y de los que su historia resulta un poderoso mensaje de amor como parte de la serie mexicana de ocho episodios titulada “El secreto del río”, misma que está disponible en Netflix y que es un mensaje de amor, amistad, dolor, en el que la diferencia y los señalamientos fortalecerán la unión de una manera tan mágica y especial entre dos pequeños que la sociedad y sus propios cercanos estaban dispuestos a separar, lo que los llevó a entender algo muy importante: “UN GRAN AMIGO VALE MÁS QUE MIL AMORES”.
Cuando Manuel llega a un pequeño pueblo, se vuelve amigo de Erick, con quien crea un vínculo profundo a raíz de un oscuro secreto, ya que ocurre una situación que tomará por sorpresa a ambos y esto determinará una acción que el destino permitió que ocurriera en defensa propia. Este secreto se convertirá en un lazo que los unirá de manera irrevocable por la misma complicidad y necesidad de protegerse, creando una conexión que trascenderá las barreras del tiempo y circunstancias. Al mismo tiempo, el secreto de ambos moldeará sus vidas, definirá sus amistades y se volverán guardianes de una verdad que nadie más conoce. Ambos son totalmente diferentes, los señalamientos en comportamientos comenzarán a relucir y experimentarán en carne propia el dolor de la diferencia de uno y la necesidad de cobijo del otro aún cuando encontraremos padres machistas, personajes comprensivos y situaciones de horror por el comportamiento equivocado de los habitantes de un pueblo.
LO BUENO: Esta serie, dirigida por Ernesto Contreras, Alba Gil y Alejandro Zuno, llega para brindar un fuerte abrazo de fortaleza y a la vez realizar un digno homenaje a las denominadas MUXES, aquellas que forman parte de la cultura de Juchitán, Oaxaca y que es aquel hombre que se vive y se sabe mujer, el único tercer sexo reconocido oficialmente por la sociedad y que viven su propio género más allá del cuerpo que tengan.
LO MEJOR: Aquí encontraremos una representación digna de dichos personajes, que además de ser tratados con respeto, son un abanico a la apertura para temas LGBT al que se suman la terrible homofobia, la violencia, el respeto, el descubrimiento de la identidad, la aceptación, el duelo, la trata de mujeres y niños, y los crímenes de odio, por lo que proyectos mexicanos como este son dignos de ver, entender, aplaudir y valorar.
LO IMPORTANTE: Viviremos la historia en dos tiempos, desde la etapa infantil de los protagonistas, hasta 20 años después en que se reencuentran ya como adultos y con una vida distinta por parte de uno de ellos, logrando así el atractivo de esta serie: Las actuaciones por parte de todo el reparto principal y secundario, quienes gracias al amor que brindan y la intensidad que le impregnan a sus personajes, nos permiten sentirlos, quererlos y abrazarlos en lo más profundo de nuestro corazón, destacando Diego Calva como Erik, Trinidad González como Sicaurú, Frida Sofia Cruz como Ana, Nova Coronel como Ámbar, Mercedes Hernández como Doña Lupe y Lisa Rivas como Paulina de niña (a amiga de los protagonistas), pero señoras y señores, Frida Sofia Cruz como Manuel de niño, Mauro Guzmán como Erik de niño y La Bruja de Texcoco como Solange, son los tres personajes que nos romperán en mis pedazos con su presencia y quienes nos recuerdan que, por encima de nuestras diferencias, hay algo de nuestra esencia que nos une, esa química indescriptible que surge entre las personas y nos hace sentir vivos, defendiendo nuestros ideales, entendiendo el cariño, mostrándole al mundo que nada ni nadie tiene derecho a derrumbar la vida que fue seleccionada para nosotros, que no estamos solo, que el amor, desde todas sus tonalidades, nos hace existir, perdonar y vivir.