Vivir la experiencia de “FLOW”, la animación que llega desde Letonia y que ha tenido importante presencia en diversos festivales a nivel mundial y que ahora está nominada como mejor animación en las próximas entregas de premios, es referirnos a un momento enormemente cautivador, emotivo y maravilloso en todo el sentido de la palabra, y es que la sencillez de su narrativa y sin necesidad de tener diálogos, nos invita a conocer a cinco peculiares personajes que se enfrentan una situación complicada en la que deberán aprender a trabajar en equipo para poder existir, pasando de la soledad e individualidad de un gato, a la necesidad de convivencia entre varias especies para forjar lo que deberán abrazar de ahora en adelante: La amistad.
Un gato se despierta en un mundo cubierto de agua, donde toda la raza humana parece haber desaparecido. Busca refugio en un barco con un grupo de animales. Pero llevarse bien con ellos resulta ser un reto aún mayor que superar su miedo al agua. Todos tendrán que aprender a superar sus diferencias y adaptarse a este nuevo mundo en el que se encuentran.
Sin la necesidad de humanizar a los animales, como suele ocurrir en la mayoría de las animaciones, aquí se opta por la naturalidad de su ser, de lo que sienten, piensan y la forma en que actúan ahora que necesitan sobrevivir pese al temor enorme que sienten de no saber a lo que se enfrentan y toda esa serie de peligros que estarán frente a ellos, iniciando con un gato solitario al que se sumarán más personajes de los que rápidamente comenzarás a sentir empatía por ellos, entendiéndolos gracias a su mirada, a sus sonidos y a esa bella musicalización instrumental de fondo que nos acompañará en cada una de las escenas llenas de valentía, con una animación como nunca la habíamos sentido, muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver.
Entre maullidos, ladridos, gruñidos y graznidos, puede resultar lenta su narrativa, pero los 85 minutos de duración son apreciados porque en ellos los personajes principales provocan simpatía rápidamente: el labrador juguetón, el lemur que acumula tesoros, el capibara dormilón, la garza defensora y algo autoritaria, el felino protagonista que aprende a compartir su comida, quienes nos hacen descubrir que habrá dolor, separaciones, aventuras, riesgos y unión dentro de esta historia que por completo te llevas en el corazón.