Soy de los que les cuesta un poco de trabajo tomar en serio como actriz a Sidney Sweeney, ya que siento que está un poco sobrevalorada y no del todo logra proyectar algo interesante en sus actuaciones, esto lamentablemente por la explosión sexual a la que siempre se le hace hincapié en sus participaciones.
Pero después de verla en “Con todos menos contigo” y ahora en un giro total con la película de suspenso y terror gore “Inmaculada”, arriesgado para lo que va de su carrera, puedo decir que sale muy bien librada y por el contrario, nos da una respetable interpretación; la trama no resulta tan novedosa, pero contiene giros en su historia que sorprenden y se agradece que nos tomen por sorpresa junto a escenas bien logradas de suspenso gracias a su sonido intenso y eso nos hace dejar de lado el tener en contra que recientemente se estrenó “La primera profecía”, refiriéndome al tema de representar a una monja como protagonista, y que hace tener muchas similitudes, lo que le resta impacto y novedad (amén del tradicional suicidio de alguna monja desde las alturas), pero que aquí va más allá y muestra un rostro desfigurado.
Cecilia (Sidney Sweeney), una devota religiosa que vive en Estados Unidos, se embarca en un nuevo viaje a un recóndito convento de la lejana campiña italiana. La cercana bienvenida que recibe por parte del Padre Sal Tedeschi (Álvaro Morte) a su llegada, se transforma rápidamente en el horror cuando descubre que su nuevo hogar esconde un horrible secreto y un mal indescriptible. De pronto comienza a sentirse mal y es así como se descubre que está embarazada, por lo que es vista con otros ojos ya que es considerada como parte de un acto milagroso debido a que ella asegura permanecer pura.
Si bien las cintas con temas religiosos se enfocan en exorcismos que no causan miedo o abordan temas delicados de la iglesia, el toque de violencia explícita que aquí tendremos en algunas de las muertes es lo que nos toma por sorpresa, ya que no escatima en generar horror en sus imágenes llenas de sangre, siendo un espectáculo puro como entretenimiento para los amantes de este género, además de que su secuencia final bien podría ser considerada una escena de horror destacada como reflejo del dolor y el alumbramiento de un ser no deseado, todo en un baño de sangre, gritos desgarradores y un llanto poco usual.