Desde que llegó “Joker” a nuestras vidas, mucho se habló de romantizar a todos aquellos villanos de las tiras cómicas, pero sin duda la historia de fondo con la que se retrató a este personaje, junto a la actuación de Joaquín Phoenix, fue un impacto en todos los sentidos por ese análisis psicológico de alguien lastimado por el mundo exterior y que poco a poco fue transformando su personalidad para convertirse en alguien pintado como un payaso, reflejo del dolor interno que habitaba en él, a los problemas con su madre, con sus compañeros de trabajo y que un día lo llevó a reventar su propia violencia para dejar de permitir las injusticias a su alrededor.
Tras crear el caos, Arthur Fleck ha sido internado en Arkham a la espera de juicio por sus crímenes como Joker. Mientras lidia con su doble identidad, Arthur no sólo se topa con el amor verdadero, Lee, sino que también descubre la música que siempre ha estado dentro de él. Es ahí donde explotará su mente para tratar de sobrellevar el complicado juicio que está siento televisado, en el que cada detalle será tomado en cuenta para declararlo culpable y enviarlo a la pena de muerte, o quedar encerrado de por vida en el lugar que su abogada desea que tenga con el fin de recibir un mejor trato pese al mal que hizo a la sociedad. Pero, en el camino, su personaje vuelve a tomar fuerza y ésta se va degradando al ser parte de una experiencia que ni él mismo imaginó: El amor.
Y después de ver “Joker: Folie a Deux” puedo decir que no hagan caso a los comentarios que se escuchan, porque en lo personal VALE LA PENA. Ojo, es un MUSICAL y eso incomoda a muchas personas, pero cada canción está colocada de manera perfecta para el momento que se vive dentro de esa mentalidad destrozada de alguien que hace todo lo posible por no convivir con un alrededor lleno de maltratos, lo que va mucho de la mano con la primera entrega en la que veíamos al personaje bailar para sobrellevar la situación que estaba viviendo, y ahora, las canciones, son las encargadas de tomar ese lugar.
Las actuaciones son perfectas: Gaga se puede decir que cumplió para lo que fue contratada aún cuando el perfil de su personaje representó algo que no me esperaba, pero después de ver el rumbo por el que es llevada la cinta dirigida por Todd Phillips, logra brindarnos una fusión entre thriller, suspenso, comedia y crimen de alto nivel. Y señoras y señoras, Phoenix es nuevamente brutal y descarnado como en la primera, donde si bien la violencia es menos explícita, estamos ante un claro ejemplo de demencia y dolor interno de un ser diferente que tiene a todo el mundo en su contra, donde sembró dolor en la familia de los fallecidos que piden justicia, y que esto ha llevado a que más se sumen a juzgarlo, atacarlo y destruirlo; es un hombre que se convirtió en el mal de una ciudad y que deberá pagar por los crímenes cometidos de la manera en que menos se imaginó: ENAMORÁNDOSE DE LA PERSONA INCORRECTA, una mujer falsa, que lo utilizó a su antojo para lo que ella necesitaba, entre su personalidad aburrida y sin atractivos, que fue la causante de desbaratar lo poco o mucho que pudo lograr, que se sumó a lo que muchas personas experimentan dentro de una fantasía, la cual al ser fracturada, afectó por completo su manera de pensar y, de paso, a un ser que podía tener la posibilidad de pagar y vivir, de dejar de lado su imaginación perfecta para dar lugar a un espacio dentro de la sociedad y la realidad, algo que jamás lograría…
Y es justo ahí donde la película toma por completo su atractivo principal, un final adecuado como reflejo de la putrefacción de una sociedad, de un personaje dañado y de una experiencia que para los espectadores será de amor y odio, porque más de la mitad salió de la sala decepcionado por lo que vieron, pero existimos otros que la aplaudimos, porque quedamos satisfechos, y el miedo que teníamos, fue superado de manera satisfactoria.
En conclusión: ¿Esta película se siente innecesaria? Si, ya que comienza justo donde terminó la primera, con Arthur Fleck esperando un juicio que podría darle la pena de muerte en un momento donde, por primera vez en mucho tiempo, quiere vivir, pues acaba de enamorarse de Lee, una reclusa con problemas mentales que utilizará la música para hacer que Arthur logre mostrar su verdadero yo: el Joker. Se trata de un musical MUY musical para el promedio que la gente puede aguantar, pero Todd Phillips hace su mayor esfuerzo, pero hablamos de una de las películas más valientes al haber tomado todos los riesgos posibles y es muy diferente a lo visto en relación a adaptaciones de cómics; Harley nunca lo amó, solo lo utilizó y lo manipuló, ella era la verdadera mente maestra de la historia, llama a la policía para que lo atrapen y así pasa… Derrotado, humillado y atrapado, el Joker regresa a prisión donde ha perdido todo lo que le quedaba, y es apuñalado, revelándose así que su asesino era el verdadero Joker, pues Arthur, nuestro protagonista, nunca lo fue, todo era parte de su imaginación.