Hoy en día ya es muy difícil encontrar una buena película de terror, de aquellas que nos inviten al diálogo después de terminar de verlas por lograr en nosotros generar un horror intenso o por la historia que nos sorprenda.
Tras ser informada de que su hermano, un sacerdote, falleció recientemente, Grace llega al convento de una isla escocesa para averiguar qué le pasó realmente. Allá, descubre que su hermano era el sospechoso de un homicidio.
“La consagración” no es una película mala, por el contrario, en cuanto a calidad de producción se defiende y su historia resulta atractiva, lo malo está en que desde los primeros minutos resulta demasiado predecible y eso le quita interés; si bien los temas religiosos siempre han sido polémicos, la trama logra funcionar y eso es gracias a la actuación de su protagonista Jena Malone, quien en cuestión de interpretación llena de sufrimiento se va encaminando hacia un empoderamiento del que la joven, que intenta saber qué ocurrió con su hermano, no tenía conocimiento.
Lamentablemente la parte final, en donde se “aclara” cómo ocurrieron las cosas no son nada atractivas, por el contrario, caen en lo increíble y forzado para tratar de darle un cierre a la historia, dejándola como una más del montón.