El sueño de encontrar el amor verdadero, aquel que nos haga permanecer en paz, sentirnos tranquilos y plenos; la idea fantástica de lo que debe ser prudente y de la importancia de saber cerrar ciclos, escapar cuando sea necesario, y cuidarse a sí mismo, pero donde un sentimiento logra sacar a flote la verdadera esencia del ser humano, el bueno o malo, en donde las segundas oportunidades pueden existir cuando de origen se tiene el deseo de mejorar por un mejor futuro, ya que eso nos hará entender, abrir los ojos y aceptar una problemática que supera más que el amor.
El dolor del pasado, el horror de saber lo incorrecto, la desesperación por no saber alejarse de lo malo, el miedo en su más intensa expresión de repetir historias, de no superar lo que nos dañó, de descubrir que el amor se está convirtiendo en lo más tóxico pero en donde lo más importante es analizar, de fondo, de dónde viene ese mal, qué es lo que lo causa y que nos lleva a no tener la fuerza de dar un alto o darnos en alto necesario para mejorar.
Lily Bloom (Blake Lively) es una mujer que se sobrepone a una infancia traumática para embarcarse en una nueva vida en Boston y perseguir su sueño de abrir su propio negocio. Un encuentro casual con el encantador neurocirujano Ryle Kincaid (Justin Baldoni) desata una intensa conexión entre ellos, pero al tiempo que ambos se enamoran profundamente, Lily comienza a ver en Ryle aspectos que le recuerdan la relación que tenían sus padres, con violencia. Cuando el primer amor de Lily, Atlas Corrigan (Brandon Sklenar), repentinamente reaparece en su vida, su relación con Ryle da un vuelco, y Lily se da cuenta de que debe aprender a confiar en su propia fuerza para tomar una difícil elección para su futuro.
Un drama sobre la violencia machista, sobre lo que muchas mujeres por años han vivido y que las lleva a guardar silencio, con una narrativa sentimental llena de perfección por la llegada de un hombre ideal, con ese toque romántico que envuelve una situación que va cambiando y que va llevando hacia el abuso, los golpes, el juego mental, en donde la historia, basada en el popular libro escrito por Colleen Hoover, bajo la dirección de Justin Baldoni quien interpreta también a uno de los personajes principales, nos brinda una cinta que se sostiene gracias a la actuación de Blake Lively y el propio Baldoni, a la armonía de los sueños y deseos, pero también de los miedos y el horror que Lily Bloom vive y que es identificable en nuestros tiempos.
Diálogos melosos que van tomando mucha realidad y fuerza de lo que debe ser correcto, lo que nos lleva al entendimiento de un final totalmente adecuado para esta historia… aunque nos duela.