En 1996, llegó a las carteleras de cine una película de desastre que se convirtió en todo un clásico y éxito en taquilla, la cual fue protagonizada por Bill Paxton y Helen Hunt, misma que nos dio enormes escenas de acción gracias a sus impactantes efectos especiales que lograron sorprender en aquella época, y ahora, después de 28 años, tenemos una digna continuación con el doble de acción, momentos de tensión, una historia aceptable con nuevos personajes y efectos visuales sorprendentes, en donde el mejor consejo que les puedo dar es que si tienen oportunidad de ver “Tornados” en una pantalla 4DX, no duden en hacerlo, porque es EXPLOSIVAMENTE INTENSA!
Esta película de desastres naturales regresa con adrenalina al más alto nivel, donde todos estaremos en contacto directo con una de las fuerzas más destructivas de la naturaleza, los tornados, bajo la dirección de Lee Isaac Chung, y protagonizada por Daisy Edgar-Jones y Glen Powell, como fuerzas opuestas que se unen para intentar predecir, y posiblemente controlar, el inmenso poder de los tornados.
Kate Cooper, una ex cazadora de tormentas perseguida por un devastador encuentro con un tornado durante sus años universitarios, debe tratar de superar su doloroso pasado y eso la lleva a tomar un giro inesperado en su vida, dejando atrás su amor por estudiar la manera en poder disipar estos temibles vientos, encontrándose ahora viviendo en Nueva York. Su amigo Javi (Anthony Ramos), uno de los sobrevivientes de su pasado, la atrae de regreso a las llanuras abiertas para probar un nuevo e innovador sistema de seguimiento. Allí, se cruza con Tyler Owens (Powell), la encantadora e imprudente superestrella de las redes sociales que disfruta publicando sus aventuras, persiguiendo tormentas con su estridente equipo, y quien tiene la idea de que cuanto más peligroso, mejor. A medida que la temporada de tormentas se intensifica, se desatarán fenómenos aterradores nunca antes vistos, y Kate, Tyler y sus equipos competidores se encuentran de lleno en el camino de múltiples sistemas de tormentas que convergen sobre el centro de Oklahoma en la lucha de sus vidas.
Si bien la historia no maneja una continuación a las vidas pasadas de los personajes que conocimos en la cinta de 1996, se siente como una continuación adecuada para aquellos que sean fans del género y de la trama, ya que la misma energía desenfrenada ante la cierta irresponsabilidad de algunos, es lo que lleva a vivir una aventura llena de peligro y desesperación por sobrevivir y ayudar a quienes resulten afectados, revelando algunas verdaderas intenciones y mostrando increíbles escenas que bien valen la pena disfrutar dentro de una sala de cine.