Me atrevo a decir que “Calabozos y dragones: Honor entre ladrones”, adaptación cinematográfica del juego de rol de la historia, publicado por primera vez en 1974, superó medianamente mis expectativas gracias a la espectacularidad de sus efectos especiales, a su sonido, la ambientación y principalmente por la buena química que existe entre el grupo de protagonistas, pero falla un poco en su narrativa que no es tan atractiva, pero aún con ello es disfrutable, entretenida y divertida.
Un encantador ladrón y un grupo de aventureros se embarcan en una búsqueda épica para recuperar una reliquia perdida hace mucho tiempo. Sin embargo, su aventura se tuerce peligrosamente cuando se meten en problemas con la gente equivocada.
Si algo aplaudo en esta película es que en ningún momento las situaciones y los personajes caen en la parodia, por el contrario, la comedia se siente muy natural al momento en que todos los personajes interactúan; la historia se centra en el ladrón de nombre Edgin, interpretado por Chris Pine, quien tiene el deseo de recuperar a una persona muy importante de su pasado gracias a un objeto que todos quieren, y en el mismo viaje, volver a reencontrarse con su hija, la cual prácticamente ha sido secuestrada por otro ambicioso ser, Forge (Hugh Grant), al haber sido encarcelado.
Pero nuestro protagonista necesitará de mucha ayuda, y ahí es donde figura su nueva aliada Holga (Michelle Rodriguez) a quienes se unen el carismático hechicero Simon (Justice Smith) y Doric (Sophia Lillis) en un andar en el que se enfrentarán a muchos peligros y una nueva enemiga Sofina (Daisy Head), la cual traerá consigo caos a su paso.