No puedo negar la emoción al ver que “De brutas, nada” había estrenado su tercera temporada, serie producida por Sony para Amazon Prime, de la que su primera entrega fue muy divertida gracias a su frescura y a cada personaje, donde la trama gira en torno a Cristina, una joven que está a punto de casarse, pero de repente descubre que su prometido la engañó con otra mujer. Al vivir sola en su apartamento, decide emprender la búsqueda de un nuevo rommie, y es ahí donde aparece Alejandro, un hombre soltero que busca un nuevo lugar para vivir; se conocen y este se enamora de ella, pero por miedo, decide hacerle creer que es gay.
Gracias al éxito, es como llega una segunda entrega de diez episodios y con ello logramos conectar aún más con los personajes y somos parte de más vivencias en la CDMX actual, donde el grupo de seis amigos cercanos navegan a través de todas las experiencias de la vida como el amor, las mentiras, el desamor, matrimonio, divorcio, hijos, carrera, pérdida de trabajo, peleas, rupturas, y amistades inquebrantables, algunos de ellos que forman parte de la agencia de publicidad “Limón con chile”.
Ahora han pasado dos semanas desde la última vez que vimos a La Mamobanda. Rodrigo está on fire con los preparativos de su boda. Hannah no asimila su embarazo y Grace prefiere no hablar de su crisis marital. Cris trata que su vida funcione, pero no aguanta más a Esther quien le ha encargado una nueva novela a Alejandro. ¿Funcionará esta nueva dinámica o es el fin de La Mamobanda?
LO BUENO: Lo único rescatable es que hablamos de buenos actores, quienes forman parte del reparto como son Tessa Ia, Christian Vázquez, Marimar Vega, José Pablo Minor, Carolina Ramírez, Julián Román y Diana Bovio, tienen muy buena química y son encantadores, pero debido al pésimo guión, lo acelerados que van y a no tener una historia definida, todos están sobreactuados y se sienten desangelados. Llegan al cast Paty Cantú y Horacio Pancheri, pero sus papeles no son los mejores y no conectan con la serie.
LO MALO: Es increíble cómo dejaron caer la historia, principalmente porque esta tercera temporada no tiene pies ni cabeza, los diálogos son absurdos, los chistes forzados, las situaciones demasiado clichés y metidas con calzador con la finalidad de crear una fusión entre los personajes ya conocidos y los nuevos que se suman de forma innecesaria; y lo peor está en que habrá una cuarta temporada porque todo queda inconcluso y es lo que nos hace percatarnos que lo que vimos fue solamente relleno innecesario, ya que es enormemente aburrida.