Existe un estilo de comedia que le encanta a Hollywood realizar, y ese es el enfocado hacia lo incomodo, ya que funciona dentro del público promedio, y claro ejemplo de eso es “Hazme el favor” una cinta con momentos subidos de tono muy innecesarios que explota por completo el tema de la sexualidad, encaminado hacia una persona de 30 y tantos saliendo con otra que apenas tiene la mayoría de edad, y esto por interés económico, algo que en el discurso actual causaría indignación.
Eso es lo que sucede con la nueva película protagonizada por Jennifer Lawrence y Andrew Barth Feldman, dirigida por Gene Stupnitsky, y que está ambientada en Montauk, Nueva York, donde Maddie (Lawrence), una conductora de viajes de aplicación, se enfrenta a problemas de dinero después de que embargan su automóvil, por lo que se ve obligada a aceptar un trabajo bastante inusual publicado en el sitio web de anuncios clasificados, Craigslist, esto sumado a su labor como mesera. Los encargados del anuncio son unos padres que han notado que su hijo adolescente es socialmente inadaptado pero súper inteligente, el cual no está interesado en las interacciones humanas, salir con mujeres o tener relaciones sexuales. A cambio de un Buick Regal, acepta convertirse en la novia de su hijo, salir son él para divertirse y ayudarlo a incorporarse a la vida adulta.
La película como tal resulta efectiva desde el punto de vista que ofrece en donde se retrata lo difícil que es ser adulto, la angustia por tener siempre lo necesario para vivir bien y pagar las cuentas, y lo complicado que es la falta de trabajo, pero también nos lleva hacia la parte de que todo privilegio nunca es lo más ideal dentro del mundo real y lo difícil que resulta vivir con padres sobreprotectores que al final de cuenta son el obstáculo por el que los hijos no logran desarrollarse por completo en la interacción con los demás.
Partiendo de ahí y sumándose a la buena química que tiene la pareja protagonista, es lo que nos hace disfrutarla más allá de varias escenas que resultan fuera de contexto y que muestran desnudos totales que, ocasionando la risa involuntaria en el público, es un momento incómodo e innecesario que no aporta absolutamente nada a la historia, la cual logra concluir de manera adecuada para lo que esperábamos inicialmente de esta película, un viaje personal en el que dos individuos buscarán sanar sus heridas personales (ella con situaciones familiares y él con problemas de bullying escolar), lo que hará que lejos de ese extraño y muy forzado contacto sexual en realidad se convierta en una buena amistad.