Entre una fusión de drama y comedia, esta película nominada al Oscar puedo englobarla como una historia de amistad, de la crudeza cuando una de las partes opta por alejarse sin dar una explicación y cuando el golpe de soledad comienza a hacerse presente para el otro, pero también existe una aparente depresión oculta y eso hace que las situaciones sean difíciles y por momentos violentas ante la desesperación de encontrar respuestas y retomar la vida cotidiana sencilla que se vive en un lugar lejano. Colin Farrell, Brendan Gleeson y Kerry Condon son enormemente conmovedores con sus actuaciones.
Ambientada en una isla remota frente a la costa oeste de Irlanda, “Almas en pena de Inisherin” o “Los espíritus de la isla” como fue llamada en Latinoamérica, cuenta la historia de dos amigos de toda la vida, Pádraic y Colm, quienes se encuentran en un callejón sin salida cuando Colm pone fin a su amistad de un modo abrupto. Un Pádraic atónito, ayudado por su hermana Siobhán (una mujer que de alguna manera se encarga de él pero está desesperada de vivir en aquella isla) y por Dominic (un joven con problemas con su padre, el policía de la zona), se esfuerza por reconstruir la relación, negándose a aceptar las negativas de su amigo de siempre. Cuando Colm le plantea a Pádraic un ultimátum desesperado, los acontecimientos se precipitan y provocan consecuencias traumáticas: si Pádraic vuele a dirigirle la palabra, Colm se ira cortando uno a uno sus dedos hasta quedarse sin ninguno o morir en el intento.
Es extraño, pero esta cinta que lleva un ritmo muy pausado resulta profundo por el enorme sentimiento que entregan sus personajes, en un lugar donde todos hablan y opinan de lo que está ocurriendo pero nadie hace algo por mejorarlo, en donde dos amigos inician una disputa que se está saliendo de control ante los ojos de todos, pero existe un sentimiento inicial donde ninguno quiere hacerle daño al otro hasta que una pérdida lamentable despierta la ira del otro al no querer permitir más de lo que ya comentan: que es aburrido, tonto y no aporta nada en la vida.
Pero aquí también hablamos de una excelente actuación por parte del joven Barry Keoghan, que si bien su papel no logró una nominación al Oscar como mejor actor como es el caso de los tres protagonistas a Mejor Actor y Mejor Actor y Actriz de Reparto, es muy cierto que su papel muestra ese lado del vicio, del rechazo de la gente hacia él y del abuso de un hombre autoritario y violento como lo es su propio padre y la falta de cariño que necesita.
Visualmente la película ofrece una fotografía exquisita y este profundo filme es divertido y difícil a la vez, preocupante pero lleno de sentimiento, muy detallado en su momento de mostrarnos como la amistad para todos es importante y necesaria para poder existir.