Me gusta cuando el cine mexicano ofrece algo sin tantas pretensiones y termina por ser fresco y con un toque mágico que lo hace especial, y si bien “Malvada” tuvo varios retrasos en su estreno, la espera valió muchísimo la pena por lo enormemente divertida que es, en donde cada uno de los personajes logra conquistarnos junto a su historia, el de una chica que quiere recuperar a su ex novio que ahora anda con una bruja, llevándonos a un viaje entre hermanos, suegra y hechizos, teniendo de fondo “Media naranja” de Fey, la cual permite que el amor se respire en el aire.
Malvada comienza donde los cuentos de hadas terminan: Laura se casará con su príncipe azul. Pero resulta que Laura es una moderna y hermosa bruja que ha hechizado a Daniel para tenerlo a su lado. Fernanda, la ex novia de Daniel con la ayuda de sus hermanos Pato y Tato, peleará por todos los medios posibles (incluido uno que otro remedio en el Mercado de Sonora) para que la bruja no termine chupándose al amor de su vida.
Créanme cuando les digo que esta es una de esas películas que te permitirá estar entretenido por hora y media, en donde el carisma de cada uno de los actores al momento de interpretar sus papeles será el elemento principal por el que te permitirás recordar esta cinta, siendo Giselle Kuri quien sin duda destaca como una chica que no confía en el amor debido a que forma parte de una familia con padres divorciados, aun cuando frente a ella tiene a un hombre que es su complemento, interpretado por Giuseppe Gamba, quien no viene solo, ya que su mamá (Anabel Ferreira) no tan fácilmente acepta a sus parejas, por lo que la señora y la joven unieran fuerzas para derrotar a Michelle Renaud, quien aquí es la bella bruja y de quien también tenemos una bonita historia de fondo cuando descubrimos los principales motivos de su maldad.
Pero a ellos se suman Mercedes Hernández, los divertidísimos Alex Fernández y Manuel Calderón, hermanos de la protagonista, y de paso María Rojo con un papel muy especial, siendo el que la música que acompaña la película, los propios efectos especiales que hacen su esfuerzo por ser buenos y las graciosas escapadas que viven todos, lo que nos haga ver que este cine mexicano de comedia con toques románticos aún tiene mucha de donde cortes, ya que vale pagar un boleto en el cine por verla.