La historia que diera inicio en 1996 y que tomó por sorpresa a todos, fue lo que llevó a convertir a “Scream” en una trilogía a la que le seguiría una continuación en 1997 y una fallida tercera parte en el 2000. Cuando pensamos que ya no habría tela de donde cortar, Wes Craven regresa con una cuarta en 2011, y pese a su fallecimiento, su legado continuó con una especie de reinicio, que más bien fue un homenaje que le dio seguimiento a la historia, arribando así la quinta parte en 2022, trayendo de vuelta a los actores de antaño como Neve Campbell, David Arquette y Courteney Cox, a los que se fueron sumando personajes que aparecieron durante la ahora considerada franquicia y presentando a las dos caras principales de las nuevas películas: Melissa Barrera y Jenna Ortega.
¿Qué puedo decir de “Scream 6”? Que la película superó por completo mis expectativas gracias al suspenso e intriga que maneja desde sus primeros minutos y que estos van dando giros argumentales que te hacen ver como sospechosos a cada uno de los personajes, de los cuales, tras los últimos asesinatos de Ghostface, los cuatro sobrevivientes dejan atrás Woodsboro y comienzan un nuevo capítulo junto a jóvenes agregados y viejos conocidos que ahora tienen como punto de encuentro Nueva York, un lugar donde la sangre correrá, las sorpresas llegarán y como fanáticos nos daremos por bien servidos gracias al resultado que hemos obtenido.
Neve no regresa a la historia, y la mención que se hace a ella fue con respeto para seguir teniendo presencia, y como sabemos David como Dewey ya pasó a mejor vida, por lo que ahora Courteney Cox como Gale Weathers, y Hayden Panettiere como Kirby Reed, son las únicas de antaño que vuelven y tenerlas aquí fue digno y hasta brindaron más de lo que podíamos esperar de ellas, en especial la batalla de Gale con Ghostface donde a más de uno se nos fue el aire por miedo a perderla, resultando necesarias en la historia de la que nuevamente todo gira alrededor de las hermanas Carpenter y el peligro que representa estar cerca de ellas, donde la mayor, Sam, se encuentra batallando con su identidad asesina por culpa de su padre, quien de alguna forma siempre se hace presente en sus peores momentos, mientras que Tara quiere tratar de rehacer su vida y vivir su adolescencia con rebeldía para no estar siempre cerca de su hermana, hasta que nuevamente se encuentran en el radar y son perseguidas por el temible villano de máscara blanca, quien va matando de forma innecesaria, como ya es costumbre, a todo aquel que se cruce en su paso.
Todo parece indicar que tendremos más de esta franquicia slasher que va presentando mayor número de apuñalamientos, ejemplo claro de que mientras siga conquistando a las audiencias, los cuchillos y los nuevos villanos detrás de la máscara, seguirán estando a la orden del fandom deseoso de mucha tela de donde cortar, amén de que ahora el villano es Dermot Mulroney, quien en realidad es el padre de Richie, el asesino de la anterior entrega, el cual junto a los dos hijos que le sobreviven, buscarán justicia por propia mano para mostrar el mayor acierto que tiene esta película: El “museo”, una especie de altar que incluye en su exhibición cada uno de los artículos utilizados durante la saga.