Nuevo Comienzo
Después que el deseo de recibir termina con su alejamiento del Creador hasta este mundo, comienza su crecimiento dentro de este mundo. El objetivo de este desarrollo es que el creado siga distante del Creador, hasta que su naturaleza descubra en toda su magnitud que es totalmente opuesto a Su naturaleza, y sólo si el Creador se oculta totalmente, el hombre puede desear asemejársele.
En la parte anterior de la lección, estudiamos el distanciamiento del individuo del Creador hasta este mundo. En esta parte, investigaremos el desarrollo del deseo en este mundo.
Durante billones de años, el desarrollo de la materia sobre el planeta se realizó de formas relativamente simples, del nivel inanimado a otras más complejas como vegetal, animal y finalmente humano (que en la sabiduría de la Cabalá se la conoce como “etapa hablante”).
En su esencia, todas las formas anteriormente mencionadas están constituidas de una materia denominada “deseo de recibir”, y el proceso de desarrollo, es el proceso de desarrollo del deseo.
Baal HaSulam escribe en su artículo “Introducción a la sabiduría de la Cabalá”, que todas las partes de la creación – las que son visibles para nosotros y las que aún se están por revelar – no son más que diferentes formas del deseo de recibir que se nos revelan de manera inanimada, vegetal, animada y hablante.
En esta breve revisión, nos concentraremos en el desarrollo del deseo humano, en la etapa hablante. En general, se pueden detectar dos tendencias sobresalientes en el desarrollo del deseo humano:
- El deseo va en ascenso, quiere más y desea llenados de mejor calidad y más abstractos.
- Los deseos desarrollados, se hacen más dependientes y conscientes del entorno, y lo utilizan más en beneficio personal.
El primer nivel del deseo en la etapa hablante se denomina “deseos corporales”: deseo de alimentos, emparejamiento, vivienda y familia – deseos básicos necesarios para la existencia humana. El próximo deseo en desarrollarse es el de posesión.
Luego viene el deseo de honor y dominio, y después, la persona anhela conocimiento. Uno supone que cuanto más sepa, mejor será su vida. Los deseos de posesión, honor y conocimiento son definidos como “deseos sociales”, porque es el entorno social el que los despierta en el individuo y también los llena.
El desarrollo del deseo en el hombre, es la fuerza que promueve el desarrollo de toda la humanidad, desde la antigüedad hasta nuestros días. En la prehistoria, el hombre se conformaba con proveer sus necesidades corporales, y su mundo se reducía a los límites de su cueva en la cual vivía y lo que podía cazar a su alrededor.
Más tarde, comenzaron a despertarse en la humanidad deseos de posesión y dominio; así se convirtió la sociedad primitiva – tribal en una agrícola, y más tarde – en sociedad urbana, y los límites de su mundo se fueron extendiendo consecuentemente.
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