En la Fase 3, la acción es de recepción, como en la Fase 1, pero su intención es de otorgamiento, como en la Fase 2.
En la Fase 3, el deseo de recibir otorga realmente, y por primera vez siente qué es ser como el Creador, qué es otorgar. Recuerden, “Creador”, en la sabiduría de la Cabalá, es el “deseo de otorgar”, y el único camino que el creado tiene de sentir al Creador, conocerlo y comprenderlo, consiste en hacer acciones de otorgamiento como Él. Esta acción, se realiza por primera vez en la Fase 3.
La Fase 3 siente qué es ser como el Creador, y como resultado, se despierta en ella un nuevo deseo, quiere recibir el placer que se revela en la condición del Creador, quiere disfrutar de todo lo que existe y del Creador mismo. Este nuevo deseo, se llama Fase 4, y es el último deseo que se crea (ver Gráfico Nº 4).
A diferencia de la Fase 3, el deseo en la Fase 4 no quiere otorgar y no calcula sus movimientos en la medida en que puede otorgar. Sólo le interesa una cosa disfrutar de todo – también, y principalmente, del propio Creador, del placer que se revela al estar en Su condición. Imagínense que se les revela la posibilidad de conocer todos los secretos de la Creación, todos los lazos que unen todas las partes de la realidad, dominar cada detalle, y dirigir toda la Creación en vuestro beneficio. El primer premio de la lotería, sería “dinero chico” comparado a las posibilidades que se abrirían frente a ustedes. ¿Quién de nosotros no aceptaría esto?
De este modo, desde el punto de vista limitado de nuestro mundo, podemos imaginar el placer de ser como el Creador. En espiritualidad, las cosas en verdad se sienten totalmente diferentes, sólo cuando las alcancemos, sabremos de qué se tratan. Pero de todos modos, este ejemplo imaginario nos puede ayudar a comprender en algo, cuál es el deseo que se revela en la Fase 4.
Para finalizar, repasemos brevemente todo el proceso:
la Fase de Shóresh, el deseo de otorgar, saca de sí la Fase 1, el deseo de recibir, y la llena de Luz.
La Fase 1 siente que existe alguien que le da la Luz y quiere parecerse a Él y otorgar, de ese modo, se crea la Fase 2. Para que la Fase 2 pueda realizar su deseo de otorgar, recibe en la Fase 3, sólo para permitirle a la Fase de Shóresh realizar su deseo de otorgar. Y cuando la Fase 3 siente realmente qué es ser como el Creador, quiere recibir dentro de ella también todo el placer que se revela en la condición del Creador. Este nuevo deseo es la Fase 4, llamada también “Maljut”.
La Fase 4, es el deseo de recibir que se ha creado. Todas las fases anteriores no se consideran deseo de recibir, sino discernimientos de la Luz anteriores a la aparición del deseo de recibir. El deseo de recibir en la Fase 4 es la Creación que creó el Creador:
dentro de ella distinguimos los niveles de inanimado, vegetal y animado en nuestro mundo y los niveles de inanimado, vegetal y animado en los mundos espirituales. Cada elemento de nuestro mundo y cada elemento de los mundos espirituales son, en su esencia, deseo de recibir (ver Gráfico Nº 5).
En este punto es importante aclarar que el deseo de recibir en la Fase 4 aún no es un ser que pueda corregirse a sí mismo y alcanzar la adhesión con el Creador. Aún debe atravesar muchas etapas de evolución para que se cree en su interior un ser semejante.
Cinco Mundos
La primera condición para la creación de un ser que pueda recibir el beneficio que el Creador desea brindarle, es que el creado desee independientemente recibir el beneficio. Por lo tanto, no es posible beneficiar a alguien por coerción, sin que lo desee. El deseo de recibir, debe querer por sí mismo el beneficio que el Creador desea brindarle. Supuestamente, un deseo como este se creó en la Fase 4, pero la creación del deseo en la Fase 4 (como todo el proceso de evolución del deseo de recibir) se realizó sin que el creado sea consciente de ello. En las cuatro fases de la Luz directa, la Luz saca de su interior el deseo de recibir mecánicamente, sin la intervención del deseo.
Un deseo independiente por parte del creado, es posible solamente en una realidad en la que el Creador se oculta del creado. Si el Creador se revelara ante el creado, éste se anularía frente al Creador. Esto es similar a las relaciones padres e hijos en nuestro mundo, mientras los hijos están bajo la protección de los padres, ellos no pueden ser realmente independientes.
Y existe otro modo de describir la necesidad del ocultamiento. Para despertar en el creado un deseo independiente por el placer, el cual le fue asegurado en el Plan de la Creación, la sensación de placer debe llenarlo una vez y luego evaporarse. Sólo bajo esas condiciones puede producirse el deseo de placer. También en nuestro mundo (de acuerdo a la ley de raíz y rama) existen condiciones parecidas. Por ejemplo, para que se despierte en nosotros el deseo por una comida determinada, debemos sentir su sabor una vez, y sólo luego que el gusto desaparezca, se despertará en nosotros un deseo propio por ese gusto.
Por lo tanto, después de la salida del deseo de recibir en la Fase 4, el Creador aleja de Sí el deseo de recibir mediante un sistema de cinco mundos.
El sistema de los mundos, oculta gradualmente al Creador del deseo de recibir. La palabra mundo, “Olam”, proviene del término hebreo “He´elem” (desaparición). Y así hasta la realidad de este mundo, en el cual no existe en el deseo de recibir ninguna sensación del Creador, el Creador está completamente oculto de nosotros.
Los cinco mundos salen de acuerdo a la estructura de las cuatro fases de la Luz directa. Frente a la Fase de Shóresh sale el mundo de Adam Kadmón, frente a la Fase 1 sale el mundo de Atzilut, frente a la Fase 2, el mundo de Briá, frente a la Fase 3 el mundo de Yetzirá, y frente a la Fase 4 sale el mundo de Asiyá (ver Gráfico Nº 6). Por debajo del mundo de Asiyá se encuentra este mundo.
FIN
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