En las primeras etapas del estudio de la sabiduría de la Cabalá, el esfuerzo primordial del alumno se concentra en unir las múltiples partes que integran esta Sabiduría, hasta formar una sola imagen significativa.
Antes de nada, simplemente queremos entender de qué se trata. Y luego, después que se comienza a formar en nosotros una imagen más o menos clara (que irá cambiando infinidad de veces), nos recostamos hacia atrás, cruzamos nuestros brazos plenos de satisfacción, y preguntamos: “está bien, ¿qué es lo que hay que hacer?, cuéntenme cómo alcanzo esa espiritualidad”.
La respuesta, como ya probablemente se han impresionado en otros casos, nos sorprende también aquí, sin estar preparados: ¡no tenemos que hacer nada! La Luz hace todo el trabajo. Nosotros solo tenemos que querer, pedir a la Luz que nos reforme, y ella hará lo que sabe hacer. La Luz que creó la vasija es también quien la corregirá y la llenará de Luz.
Comprender que la Luz es la que corrige el deseo, y que nosotros solo debemos desear cambiar, es parte inseparable del trabajo de “No hay nada más que Él”, y sobre este aspecto del trabajo trataremos en esta parte de la lección.
Nos dicen que tenemos que cambiar la intención, nos enseñan que debemos restringir el deseo y adquirir “Masaj” (pantalla). “Perfecto”, decimos, “ahora queremos saber cómo se hace todo eso. Enséñenos y lo haremos”. Nos resulta difícil comprender realmente que “No hay nada más que Él”, y tal como escribió el Maimónides (Rabino Moshé ben Maimón) “Él hizo, hace y hará todos los actos”.
Nuestro deseo de recibir desea dominar el proceso, actuar y ver los resultados consiguientes, pero nosotros necesitamos la ayuda de la Luz, porque como está escrito “no existe en nosotros acción alguna”.
El Creador es la Fuerza que está detrás de todos los hechos y acciones en la Creación, y también las correcciones que debemos hacer en nuestro camino hacia la implementación del Plan de la Creación, las hace el Creador.
En toda la Creación, y en todas las etapas de desarrollo del deseo en nuestro mundo y en los mundos espirituales, la Luz es quien actúa sobre el “Kli” (vasija). ¿Cuál es nuestra parte en todo este proceso?, simplemente desear ser corregidos.
Podemos estudiar la esencia de la relación entre la Luz y la vasija ya desde las primeras etapas del desarrollo de la Creación. La Luz, llamada también “deseo de otorgar”, saca de su interior, de la nada, el deseo de recibir, llamado “Kli”.
Resulta que la Luz antecede a la vasija, y la Luz es la que construye la vasija. Este es el orden del desprendimiento de los acontecimientos en el Plan de la Creación, y es el orden de desarrollo a través de todas las etapas evolutivas de la Creación hasta el final de la corrección.
Durante todo el proceso, la Luz es la parte activa y Creadora, y ella es la cual desarrolla la vasija.}
FIN
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