El presunto capo de la droga, de la talla de Ovidio Guzmán, Álvaro Sánchez Sánchez, alias “El Tartamudo”, quien se sabe, se esconde en Veracruz, fue detenido por elementos de la policía municipal de El Marqués, perteneciente a Querétaro y más tarde fue liberado, presuntamente por sobornos.
Dicho presunto capo de la droga fue detenido el pasado 24 de diciembre junto con una mujer que dijo llamarse Orfelina Rebollar Castelán, mientras que él dijo llamarse Manuel Méndez.
La pareja llevaban cuatro armas de fuego, 98 cartuchos útiles y un tigre cachorro.
Hay que recordar que el empresario ganadero con un rancho en Jesús Carranza, Veracruz, Jhovani Aguirre Benítez, está preso por acusaciones de Álvaro Sánchez.
“Lo conozco muy bien y no tengo dudas de que la policía lo detuvo el pasado 24, pero lo soltaron mediante sobornos”, dijo en entrevista telefónica.
Lamentó que mientras elementos de las fuerzas armadas ofrendaron la vida durante el operativo para detener al hijo de El Chapo, Ovidio Guzmán, en Culiacán, las autoridades del estado de Querétaro soltaron con facilidad al capo Álvaro Sánchez, a pesar de que traía un arsenal y un tigre cachorro de dudosa procedencia.
En agosto de 2021 Aguirre Benítez presentó una denuncia de hechos ante la FGR en la que acusa a Álvaro Sánchez de estar implicado en el tráfico de drogas.
Desde que fue detenido ha sostenido que su encarcelamiento es porque se negó a colaborar con el presunto delincuente en el trasiego de drogas por Veracruz.
“Luego me fabricaron los delitos, usando a las autoridades corruptas, mandó a sembrarme droga y una arma y esa es la razón por la que estoy en la cárcel. Álvaro Sánchez pagó a las autoridades para que me fabricaran estos cargos que nunca he cometido”, sostuvo.
El empresario afirmó que Sánchez Sánchez opera en Querétaro, Chiapas, Veracruz y el Estado de México con el respaldo de las fiscalías de esos estados y de las policías municipales y estatales.
Incluso recordó que el año pasado intentaron sembrarle delitos federales y a unos supuestos secuestrados, en su rancho del municipio de Jesús Carranza.
Sin embargo, gracias a las protestas de sus trabajadores, y sus familias es que no se cometió una injusticia.
Alvaro Sánchez es buscado por las autoridades estadounidenses y mexicanas porque presuntamente es jefe de una robusta organización criminal que opera el tráfico de drogas y al lavado de dinero.
También es señalado por la Agencia Antidrogas norteamericana, la Fiscalía General de la República y la Fiscalía General del Estado de México como cabeza de la célula criminal denominado “Los Hermanos Sánchez”, la cual está dedicada al tráfico de cocaína a través de tractocamiones que cruzan la frontera.
Otro de los sitios donde opera es Querétaro, donde tiene ranchos y cabezas de ganado, según los informes de inteligencia.
Tras la detención, ocurrida en el municipio de El Marqués, Querétaro, la pareja fue puesta a disposición de la FGR, pero horas después fueron liberados, según el Registro Nacional de Detenciones, de fecha 27 de diciembre.
El presunto delincuente tendría ranchos y propiedades en la entidad veracruzana.
El caso de Jhovani Aguirre Benítez ha sido expuesto en la conferencia mañanera en dos ocasiones. El Presidente Andrés Manuel López Obrador se ha comprometido a revisarlo, sin que haya respuesta acertiva.
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