Arabia ya no es para retirados.
Emociones Compartidas Carlos López Gutiérrez de Velasco.
El fútbol de Arabia sigue fichando jugadores espectaculares de la élite y cada vez es más peligroso para el concepto del balompié europeo como cima del fútbol mundial. Y es que fichar futbolistas que están en el ocaso de su carrera, por más grandes que hayan sido, es muy diferente a comprar a varios de los mejores del mundo, en su punto más alto del ciclo natural, y a promesas que pintaban para romper todo en los próximos años. Arabia Saudita se está convirtiendo en todo lo que China no pudo ser.
Ahora, Gabri Veige, una de las joyas más importantes del fútbol español, europeo y mundial, será compañero de Edouard Mendy, Franck Kessié, Riyad Mahrez, Roberto Firmino y Allan Saint-Maximin en el Al-Ahli. Es un golpe muy fuerte porque quedan claras las intenciones de la Liga Profesional Saudí: convertirse en la única y absoluta superliga de este planeta. Ya no es un proyecto que junte a las estrellas para su retiro, como vimos varios de esos fracasar en los últimos años. Este torneo está logrando, uno a uno, posición por posición, ir reuniendo a varios de los mejores del mundo, como son Bono, Laporte y Neymar, y no da síntomas de que se detenga pronto. Tiene el potencial de quebrar todo lo que entendíamos por élite futbolística.
Y será así. Pareciera que logran su cometido de centralizar el deporte en un sólo país o terminan colapsando como lo hizo China hace unos años. El problema es que los árabes tienen un motivo y también un respaldo. Pocas cosas son tan poderosas y tan capaces de generar un cambio en las estructuras del deporte como las organizaciones cuando tienen influencia política. En este caso específico, quieren limpiar la imagen de la nación árabe a través del deporte y para eso están invirtiendo una cantidad indescriptible de dinero. Todo viene del Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita, que cuenta con un patrimonio cercano a los 620 mil millones de dólares. Lo que están gastando y nos da la impresión que nunca habíamos visto algo parecido, es apenas una parte diminuta de él.
El deporte, cuando se convirtió en un espectáculo de masas, evolucionó también a un fenómeno político, con todas las capacidades de moldear a la población. Y si en apenas unos meses han conseguido borrar el primer pensamiento que llegaba a la mente al escuchar ‘Arabia Saudita’, el sportwashing que están llevando a cabo puede darles todo lo que quieran. Más cuando lo están haciendo con el deporte más querido del mundo como es el fútbol, aunque también están creando grandes revoluciones en sus proyectos de golf y automovilismo. No hay nada seguro acerca de lo que pasará mañana, pero la conversación en torno al deporte árabe ha cambiado para siempre.
Al final, todos sus esfuerzos están enfocados en ser elegidos como la sede para el Mundial FIFA 2030, junto a Grecia y Egipto, y cómo están siendo las cosas, lo veo fácil.
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