Roberto Matosas: Trabajo en equipo.
Lo que la gente piensa que quiere del trabajo… y lo que realmente necesitan.
En 2021, cuando el mundo estaba saliendo de la fase más restrictiva de la pandemia de COVID y la gran renuncia estaba en pleno apogeo, hablé en un panel sobre el futuro del trabajo. El moderador cerró la sesión preguntando a cada panelista qué pensábamos que los empleados querían más para el próximo año.
Respondí que la flexibilidad del lugar de trabajo y el horario seguiría siendo una prioridad. Pero otro panelista llevó eso mucho más lejos; Afirmaron que los empleados “quieren trabajar en lo que quieren, donde quieren y cuando quieren”.
Simplemente no podía dejar que ese comentario fuera y compartí que si los empleados realmente se sentían de esa manera, probablemente deberían comenzar su propio negocio o unirse a la economía de conciertos. Tal enfoque de trabajo no es una perspectiva que puedas tener si quieres ser parte de un equipo. Un equipo no se trata de autooptimización, a menudo, se trata de algún sacrificio a corto plazo a cambio de un mejor resultado colectivo a largo plazo para todos.
Dos años después, estas observaciones de despedida de ese panel son tan relevantes como siempre. La desafección en el lugar de trabajo y el agotamiento de los empleados continúan creciendo a medida que el doble golpe de una pandemia y los vientos económicos en contra pasan factura.
El agotamiento es un tema que los líderes deben tomar en serio. Pero una cosa que noto cada vez que leo sobre la insatisfacción de los empleados es que a menudo parece haber una gran desconexión entre lo que las personas piensan que quieren y lo que realmente necesitan. El hecho de que creamos que algo nos hará felices no significa que lo hará, como compartí en mi popular artículo sobre la Generación Z.
Henry Ford lo dijo una vez mejor: “Si le hubiera preguntado a la gente qué querían, habrían dicho caballos más rápidos”.
Hay una paradoja sustancial en nuestras vidas laborales de hoy. Muchos empleados que han experimentado la independencia del trabajo remoto no quieren regresar a la oficina en ninguna capacidad. Sin embargo, muchos de esos mismos empleados reportan mayores sentimientos de soledad y desconexión. Esto sugiere claramente un profundo desajuste entre nuestros deseos declarados y nuestras necesidades reales: mientras que las personas quieren más flexibilidad y opciones remotas, esas cosas pueden ser exactamente lo que los hace sentir solos y aislados. Esto es especialmente probable si los empleados no están utilizando esta flexibilidad para encontrar otras formas de reemplazar la socialización perdida del lugar de trabajo.
Tener autonomía sobre su espacio de trabajo y horario es importante y valioso, pero también lo son las conexiones significativas y el sentido de pertenencia. Tanto los empleados como los líderes necesitan comprender y equilibrar estos deseos contrastantes.
La verdad es que, aunque muchas personas trabajan para vivir, la vida que viven en el trabajo sigue siendo importante. El trabajo es, en parte, una actividad social que contribuye significativamente a nuestro sentido de identidad, autoestima y sentido de comunidad. Muchos de nosotros anhelamos la camaradería y la pertenencia que experimentamos al ser parte de un equipo. Esto se extiende más allá de disfrutar de un almuerzo o un descanso para tomar café con un colega; Se trata de objetivos compartidos, apoyo mutuo y ser parte de algo más grande que nosotros mismos.
Una encuesta de Gallup encontró que las personas que tienen un “mejor amigo” en el trabajo tienen siete veces más probabilidades de participar en sus trabajos. Del mismo modo, un estudio de LinkedIn reveló que el 46 por ciento de los profesionales de todo el mundo creen que los amigos del trabajo son importantes para su felicidad general.
Irónicamente, aunque podemos pensar que tener libertad profesional absoluta es lo más importante, a menudo obtenemos una mayor satisfacción de los roles profesionales que ofrecen oportunidades estructuradas para la colaboración, el reconocimiento y el crecimiento personal. La mayoría de las personas que formaron parte de un equipo colaborativo de alto rendimiento profesionalmente o en otras áreas como el atletismo, reflexionarán sobre esa experiencia como un punto culminante en sus vidas. Ser parte de un equipo es lo opuesto a la autooptimización, pero tiene beneficios duraderos y reales.
Estamos en una era de grandes cambios en la forma en que trabajamos, y un momento de confusión genuina sobre lo que realmente queremos de nuestra vida profesional. A medida que continuamos discutiendo y dando forma al futuro del trabajo, debemos considerar los aspectos humanos subyacentes y observar cuidadosamente lo que los datos nos dicen sobre los resultados de nuestro entorno actual. Necesitamos encontrar un término medio entre la autonomía y la comunidad, o entre la independencia y la colaboración.
También necesitamos desafiar nuestras propias suposiciones y entender que ser parte de cualquier equipo de alto rendimiento significa no siempre hacer lo que queremos, cuando queremos y donde queremos. En cambio, ser parte de un equipo significa a menudo hacer lo que el equipo más necesita, lo que significa que los objetivos colectivos requerirán un toma y daca, pero conducirán a un mejor resultado para todos al final.
Cita de la semana
“A menudo, las personas no saben lo que quieren hasta que se lo muestras”. – Steve Jobs
¡Que tengas un gran fin de semana!Fuente: Robert Glazer, agosto 11.2023
www.robertglazer.com.
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