La visión futurista de directivos de la Comisión del Papaloapan orientada a cancelar siniestros graves por inundaciones extremas y también impacto de la sequía severa alentada por efectos del cambio climático consideraba la construcción de 7 presas, de las cuales sólo ejecutaron dos.

Hoy, más que nunca nos enfrentamos a una emergencia del mayor grado, la escasez del agua destinada a cultivos agrícolas y ganadería presenta crisis; pero lo peor de todo radica en afectaciones a familias de grandes y medianos centros de población. El caso más elocuente aparece en la zona metropolitana del Valle de México. Aumentan voces de capitalinos sin gota del preciado líquido en sus hogares durante 3, 4 días consecutivos y el problema tiende a crecer.

Plan a desarrollar con inmediatez

Ante este escenario, el ingeniero Francisco Javier Vaquera Aguilar quien durante 40 años desempeñó cargos importantes en la institución de referencia, comparte la propuesta técnica presentada en 1970 que consistía fundamentalmente en aprovechar el agua de lluvia, acumularla en pequeñas presas de superficies altas, acompañadas de reforestación con estricto seguimiento del desarrollo de las plantaciones, lograr reales “fábricas de agua”, más allá de la simple toma de fotografía con sentido político.

Hablamos de una cruzada seria, efectiva en la retención y propiciar escurrimientos graduales para dar tiempo de que ocurran filtraciones y devuelvan normalidad en mantos freáticos, hoy casi agotados.

Prioridad producción de alimentos

Es tiempo de dejar el mensaje publicitario e intrascendente y atender proyectos valiosos hechos por autoridades en varias especialidades científicas que garanticen , además del agua en primer plano , también alimentos básicos, señaló el entrevistado. Escuchemos a la gente de campo, la voz de la experiencia sabia, antes de que funcionarios de los 3 órdenes de gobierno tomen acuerdos.

Pequeña infraestructura hidráulica

El modelo contra la sequía planteado en la Comisión del Papaloapan establecía sustitución de grandes presas y sistemas de riego tradicionales por pequeña infraestructura hidráulica, viable de entubar y echar mano de tecnología que permita optimizar el uso del agua. 

Se tiene el antecedente en los años 90s cuando el país se dividió en distritos de temporal, en la jurisdicción del Papaloapan instalaron 9, uno de éstos denominado distrito de producción localizado en La Granja, municipio de Tres Valles; con el cual unificaron criterios y fue referente nacional en arroz, caña, frutales, cítricos ocupando agua del Río Blanco, ahora llamado “Río Negro” por el grado de contaminación que acumula por descargas de industrias de la región Córdoba-Orizaba.

Ejemplo de la mixteca oaxaqueña

Por supuesto, no todo es malo, destaca el caso de la Mixteca Oaxaqueña, creadores de un sistema de riego que, en su momento fue objeto de burla de gente ociosa de la Sierra de Juárez y otras regiones del país y hoy figura como centro de producción de alimentos, tanto de autoconsumo y comercialización de excedentes.

Otra referencia digna de emular apuntó Vaquera Aguilar pertenece a Coixtlahuaca, Mixteca Alta de Oaxaca, misma que data del año 2000. 

Allí construyeron pequeños bordos de retención aplicando curvas de nivel y sobre ellos sembraron árboles, retienen agua de lluvia y desarrollan agricultura protegida. Proyecto exitoso, tan es así que los productores oaxaqueños resultan exportadores de jitomate y otras hortalizas, incluyen el mezcal Papalomé de creciente penetración en la Unión Americana.

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