El doctor Luis Ángel Rodríguez del Bosque, uno de los científicos mejor reconocidos en México, con 45 años de pertenecer al Instituto Nacional de Investigación Forestal, Agrícola y Pecuaria (Inifap) y a punto de cumplir cuatro de éstos al frente de la prestigiada dependencia rechazó versiones que señalan retroceso en la atención del campo mexicano.
La diferencia en relación con otras administraciones radica en la estrategia actual privilegiando a los productores más pobres a quienes entregan apoyos de manera directa.
Egresado de la Universidad de Nuevo León, maestría en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, también doctorado en entomología emitido por la Universidad de Texas habló durante su entrevista sostenida con la licenciada Bertha Rosalía Ahued Malpica, directora ejecutiva de El Dictamen, sobre el carácter urgente de ayuda a los sectores de alta vulnerabilidad poseedores de superficies de 1, 2 o menos hectáreas, localizadas en el sur, sureste del país.
Amena la charla, predominó el trato de amigos en el curso de casi 2 horas ocupando la sala principal de la Hemeroteca Digital, Rodríguez del Bosque destacó la configuración de un INIFAP robusto.
Al cierre del 2023 operan 8 centros de investigación regionales, 6 centros nacionales, 80 campos y sitios experimentales, 4 radicados en Veracruz – Cotaxtla, La Posta, El Palmar e Ixtacuaco – dedicados a productos básicos, bovinos, hule y especies y cítricos respectivamente.
El campo no se detiene pero la prioridad son los productores más pobres con apoyos directos: Inifap
También el visitante hizo reconocimiento al desempeño del doctor Víctor Villalobos Arámbula, brillante investigador quien despacha al frente de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Precisamente en la etapa crítica de la pandemia del Covid 19 ocurrieron recortes al presupuesto pero él apoyó institucionalmente al Inifap para evitar impacto drástico que afectara programas prioritarios, se dio una compensación oportuna, muy saludable.
Consumo humano del maíz garantizado
A fin de aclarar la situación prevaleciente en la producción del maíz en México, el funcionario federal fue contundente al declarar: “Somos autosuficientes en maíz blanco destinado para el consumo humano”. El concepto deficitario corresponde al abasto a la alimentación del ganado. En este sentido, el Inifap cumple con la función del brazo técnico, bien público al servicio de los productores del campo.
En este contexto dio relevancia en su encuentro con la licenciada Ahued Malpica el manejo del sur-sureste mediante el Plan de Producción para el Bienestar, concebida como estrategia de acompañamiento técnico, escuela de campo, semejante a lo que muchos años atrás se conoció con el nombre de extensionismo, estructurado en 32 programas de investigación abarcado rubros de la canasta básica, productos estratégicos – aguacate entre otros -, acciones transversales.
Definitivamente la investigación agrícola no se detiene, en el presente año presentaron 25 nuevas variedades que abarcan 50 cultivos de diversa naturaleza con ventajas en rentabilidad, resistencia a las enfermedades y, sobre todo al impacto del cambio climático, una realidad que avanza y exige mayor aplicación científica y tecnológica.
Al cierre del ejercicio 2023, el doctor Luis Ángel Rodríguez del Bosque del Inifap señaló satisfacción por dirigir un equipo de 870 investigadores, plantilla laboral de 2000 elementos. Manejaron presupuesto fiscal de $ 1400 millones, de los cuales el 80 % son para cubrir sueldos, pero adicionalmente tienen convenios con varias instituciones de la importancia de la FAO, Conacyt y otros ingresos externos vía autogeneración por servicio de laboratorios, venta de semillas mejoradas. Cada año sostienen promedio de 160 convenios, al grado que llegan hasta 3 documentos diarios de éstos a su escritorio para firma.
Por último puso énfasis en la importancia de transitar de una agricultura tradicional hacia la versión agroecológica sustituyendo gradualmente uso de agroquímicos por recursos naturales, llámense abonos verdes, bioinsecticidas que nos lleven hacia una producción orgánica, de creciente demanda en México y muchos países de los 5 continentes con valor agregado en la comercialización por resultar saludable.
Por: Mario Vázquez
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