La pandemia que vivimos hace cuatro años puso en evidencia uno de los puntos débiles de la economía globalizada: la fragilidad de las cadenas de suministro.
En aquel escenario, surgió una estrategia relevante que ofrece innumerables beneficios, tanto para empresas como para regiones enteras: el nearshoring. Término que muchos hemos estado escuchando, precisamente por su relevancia, pero, ¿qué es esta dinámica? y ¿Por qué Veracruz se posiciona como un destino ideal para ella?
El nearshoring que viene de las palabras inglesas near, “cerca”; y shore, “costa”: cerca de la costa. Se trata de que el ciclo productivo se desarrolle en espacios cercanos, es decir que las materias primas, la planta productora, la mano de obra calificada, la energía para andar el proceso y el lugar donde se consumirá el bien producido se encuentren suficientemente próximos.
Esto, de manera que la logística sea lo óptima posible en todas las interacciones. Esta modalidad contrasta con el offshoring, que, a menudo, implica grandes distancias y barreras más significativas.
Para estados como Veracruz, el nearshoring representa una oportunidad única. Cuando una inversión extranjera llega a nutrir el tejido económico, se observa un desarrollo económico y social tangible, que suele traducirse en una mejor calidad de vida para sus habitantes.
Gracias al nearshoring, Veracruz tiene la posibilidad y el potencial de convertirse en un nodo económico crucial, con lo que fortalecería infraestructura como vías carreteras y aprovecharía su talento local.
Ejemplos no faltan. En Nuevo León, empresas gigantes como Coca Cola y Lego, o en Querétaro, PPG, Mabe, Samsung, entre muchas más, han establecido operaciones, beneficiando la economía local a gran escala.
En Puebla, marcas del calibre de Volkswagen y Audi, han encontrado en el nearshoring una apuesta segura, aumentando con ello la empleabilidad de personas locales e incrementando el nivel socioeconómico de la región.
Veracruz, con su estratégica ubicación y recursos, está listo para unirse a este escenario de éxito empresarial.
No obstante, los desafíos deben abordarse con visión y acción.
Veracruz enfrenta retos, como la falta de energía, la cual puede remediarse con el uso eficiente del gas natural, el exceso de trámites burocráticos o exceso de permisos, son batallas que requieren una gestión transparente y sistemas simplificados.
Añadiendo que las poblaciones cercanas deben ser integradas en el plan de desarrollo, asegurando el bien común por encima de intereses particulares.
Veracruz brilla con mano de obra calificada y tres puertos estratégicos (Tuxpan, Veracruz y Coatzacoalcos) que refuerzan el aspecto logístico y la conexión con mercados importantes como la Ciudad de México.
Además, al abrazar la región, las empresas se conectarán con el auge del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), colocándolas en el corazón comercial de México y América Latina.
Los números hablan por sí mismos: regiones con acceso a gas natural, energía limpia y sostenible, tienen un PIB superior que aquellos que no cuentan con este recurso.
Además, con la implementación del nearshoring, los jóvenes tienen más oportunidades de empleo sin migrar, creando una base de talento sustentable y robusta en su propia tierra.
El futuro para Veracruz es brillante si se apuesta por el nearshoring como pilar en su estrategia económica, ya que no solo estará transformando el panorama local, sino que también fortalecerá el mercado laboral y promoverá prácticas empresariales sostenibles.
Con cada paso hacia la implementación de iniciativas de nearshoring, Veracruz se fortalece como un emblema de prosperidad y sostenibilidad en el mapa global de negocios.
El nearshoring no es solo una moda; es una realineación estratégica, y nuestro estado se encuentra en el epicentro de esta transformación que beneficiará a todo los veracruzanos.
Síguenos en Twitter @ElDictamen
O si lo prefieres, en Facebook /ElDictamen.
Y también en Instagram: @ElDictamen
Más noticias: AQUÍ