En la actualidad, pese al constante uso de la palabra inclusión falta que la sociedad muestre una verdadera empatía hacia las personas que cuentan con un trastorno del espectro autista (TEA), así como a sus familias, pues cierta parte de la población desconoce sobre el tema y algunos a pesar de tener nociones de él, juzgan a los niños, adolescentes y adultos, como raros y peligrosos.
Aitor Darkistade en su conferencia “El Autismo Desde los Ojos de Papá”, platicó de los constantes obstáculos que viven los padres con hijos que tienen esta condición.
“Se requiere empatía, que la gente quiera, se atreva, porque ese es el problema porque si están las instalaciones y ven la situación, es diferente nada más, pero es un ser humano como todos nosotros”, comentó.
Citó como ejemplo el caso de su hijo Iker, quien fue diagnosticado con un autismo severo a la edad de tres años dos meses, Sin ser un experto en autismo, Aitor Darkistade, se dedicó a investigar sobre el tema y poder ayudar a su hijo, pero existe mucho desconocimiento e ignorancia en la sociedad.
“El desconocimiento y la ignorancia que luego tenemos con el tema, eso nos complica mucho, porque de por sí, es complicado el autismo porque es una condición, no es muy fácil saber cómo va a actuar tu hijo, el hijo de otra persona que tiene la misma condición no es igual que tu hijo, pero después a veces somos muy críticos y no sabemos realmente lo que está pasando, mi hijo por ejemplo es no verbal, mi hijo tiene sus crisis muy agresivas y entonces se golpea y es muy difícil, y la gente no comprende como andamos, vamos a un restaurante por ejemplo y antes de llegar pedimos que nos sirvan la comida porque no sabe que tiene que esperar, el llega ve comida, no la ve en su mesa y va a otra mesa a agarrar comida y eso es lo que hace complicada la condición”, comentó.
Resaltó que cada caso de autismo es muy diferente y negó que se trate de niños especiales, son más bien excepcionales, sin embargo, a la sociedad le da miedo atreverse a convivir con la condición.
Requieren empatía las personas con autismo y sus familias: Aitor Darkistade
“Por ejemplo mucha gente que tiene niños, me dice cómo le hacemos para que tu niño conviva con el mío, como niños, déjalos ser, si a tu hijo no le parece, el mismo te va a decir oye pá no, pero los mismos padres te dicen que no vayas a jugar con él porque es peligroso y porque no sabes como va a actuar y vas generando un miedo a niño de convivir con una condición que los que se atreven y dejan los papás que funcionen como niños”, comentó.
Citó que el autismo es similar a una montaña rusa, donde hay subidas y bajadas, completamente inesperadas.
“Yo digo que el autismo es como una montaña rusa, de repente estás muy tranquilo y de repente te abruptas, pero nada es malo, lo que me ha enseñado el autismo y mi hijo Iker, es a ser feliz, independientemente de las condiciones y de las situaciones que vayas a tener en la vida, todos venimos a ser felices, independientemente de las limitaciones que el pueda tener, todos los días busca ser feliz”, comentó.
Destacó que el tema del autismo es tan amplio y complicado de entender que a veces hasta los padres no entienden cual es la manera adecuada de llevar al niño o niña.
Lo cierto es que, si están cerca de alguien que tiene una condición, te ayuda a ser un mejor ser humano.
En el auditorio del ex convento Betlehemita de la Secretaría de Cultura de Veracruz, Aitor Darkistade, aseguró que todo se complica aún más debido a que en materia educativa, pese a la existencia de la inclusión, los maestros no están capacitados para atender a niños y niñas con autismo.
“Nunca pudimos llevarlo a una escuela regular, aunque le llevábamos maestros sombra, le llevábamos gente, la misma escuela y sociedad nos decían que no estaban preparados, pese a que la ley establece que cualquier niño tiene y obviamente si los padres nos quejamos que esta escuela está discriminando a mi hijo, no lo van a aceptar, pero como padre debes entender que no vas a llevar a tu hijo a un lugar donde no lo quieren o no quieren atreverse, y por ello empiezas a buscar otras opciones, mi hijo tiene un psicólogo de planta, que está ocho horas con él, de lunes a sábado y él lo apoya, si mi hijo convive con más niños neurotípicos, avanza más, pero a veces la sociedad no sé atreve a esa convivencia”, comentó.
Destacó que las escuelas de educación especial sí son actas, porque han ayudado a muchos niños y niñas, pero el problema es que no dejan que el niño o niña, convivan con sus pares neurotípicos.
Aclaró que los niños y niñas autistas no son peligrosos y la convivencia con otros pequeños de su edad, lo ayuda a mejorar su condición.
Animó a la sociedad en general a que, si una condición no ha llegado a tu entorno, que mejor que empezar a conocerla a que llegue de golpe como le ocurrió a él, donde la incertidumbre es peor y una familia completa sufre por no saber que hacer.
Síguenos en Twitter @ElDictamen
O si lo prefieres, en Facebook /ElDictamen.
Y también en Instagram: @ElDictamen
Más noticias: AQUÍ