Rafael Lira Morales considerado referente de buen productor agrícola se pronunció ayer por el rescate del campo veracruzano sustentado en 3 ejes fundamentales: incentivos oficiales a quienes produzcan alimentos, infraestructura, aseguramiento del cultivo y comercialización con precios rentables, eliminando intermediarios que suelen llevarse mayor volumen de utilidades.
Este modelo de trabajo funcionó de manera exitosa en el curso de los años 70 a 90s en la zona de Tlalixcoyan en cultivos de arroz, maíz, frijol y también hortalizas.
Productores tlalixcoyanos exportaron estas últimas al mercado de los Estados Unidos de Norteamérica con fuerte derrama económica, mucha gente ocupada en el cultivo de la tierra.
600 hectáreas de hortalizas
Con vasta experiencia en el manejo del campo Lira Morales quien durante la administración estatal del periodo 1980-1986 despachó al frente de la Dirección de Agricultura evocó esos momentos de florecimiento de un gobierno que se propuso convertir a Veracruz en “Granero de la Nación” resultado de programa integral que comprendía mecanización – tractores, cosechadoras, secadoras, asesoría técnica, créditos accesibles – entre otros que pusieron a nuestra entidad en los primeros lugares de productividad a escala nacional.
En el caso concreto de las hortalizas, el entrevistado citó referencias importantes, el grupo que el presidía, antes de ser funcionario público, cultivaba 300 hectáreas, principalmente de pepino, casi la mitad de la superficie, sandía, melón, chile morrón, mientras resto de agricultores atendieron otro tanto, Intenso movimiento económico en transporte, comercio, activos 500 trabajadores durante la cosecha.
Por supuesto, faltaron los apoyos de siguientes gobiernos estatal y federal para sostener esa dinámica virtuosa frente a una competencia muy grande representada por homólogos sinaloense.
A lo anterior agregaron el cierre de la empresa estadounidense que distribuía la producción veracruzana, escenario desventajoso que provocó la pérdida de un nicho de negocios del cual derivaron beneficios a cientos de familias dependientes del campo.
Requieren disciplina en el trabajo
Al final de la entrevista fue contundente al decir “Ser productor implica algunas cualidades: disciplina y compromiso en oportunidad de entregas y calidad del producto, actualización de conocimientos sobre plagas, variedades de semillas y la vinculación efectiva del agricultor con gobierno e investigadores de la talla del Inifap para alcanzar grado de certidumbre y el éxito, utilidades proporcionales al esfuerzo desplegado. Hoy, Sinaloa, Sonora y Baja California tienen presencia y son ejemplos de productividad agropecuaria, Veracruz lo tuvo y los dejaron perder.
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