Por: Manuel Lucio/Retratista
Alcohólicos Anónimos (AA) es una comunidad mundial de personas que comparten sus experiencias, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo. Fundada en 1935 por Bill Wilson y el Dr. Bob Smith en Akron, Ohio, ha llegado a ser una de las organizaciones más influyentes en el campo de la recuperación de adicciones, y en este año, celebra su 89º aniversario, un hito significativo que destaca décadas de dedicación a brindar apoyo y esperanza a millones de personas en todo el mundo.
La historia de Alcohólicos Anónimos comienza con dos hombres desesperados que se dieron cuenta de que juntos podían mantenerse sobrios compartiendo sus experiencias. Bill Wilson, un corredor de bolsa de Nueva York, y el Dr. Bob Smith, un médico de Akron, se conocieron en 1935 y descubrieron que su capacidad para mantenerse sobrios dependía de compartir su lucha y apoyo mutuo. Este encuentro marcó el inicio de lo que se convertiría en una red global de apoyo.
Los principios de AA están plasmados en los “Doce Pasos”, un conjunto de pautas espirituales y prácticas que guían a los miembros hacia la recuperación. Estos pasos promueven la honestidad, la introspección y la ayuda a los demás. Además, los “Doce Tradiciones” proporcionan una estructura para el funcionamiento de los grupos y aseguran que el bienestar de la comunidad sea siempre la prioridad.
Desde su humilde comienzo con dos miembros, AA ha crecido exponencialmente. Hoy en día, hay más de 100,000 grupos en aproximadamente 180 países, y sus publicaciones han sido traducidas a más de 70 idiomas. Este crecimiento refleja la universalidad del problema del alcoholismo y la eficacia del enfoque de AA para abordarlo. El éxito de AA se debe en gran medida a su enfoque inclusivo y no jerárquico. Cualquier persona que desee dejar de beber es bienvenida, sin importar su origen, religión o condición social. La confidencialidad y el anonimato son pilares fundamentales que permiten a los miembros compartir sus experiencias sin temor a ser juzgados o expuestos.
A lo largo de los años, innumerables personas han encontrado en AA el apoyo necesario para cambiar sus vidas. Los testimonios de miembros recuperados destacan la importancia de la comunidad y la ayuda mutua en su camino hacia la sobriedad. Estos relatos de transformación personal son un testimonio poderoso del impacto positivo que AA puede tener en la vida de quienes luchan contra el alcoholismo.
Aunque AA ha logrado un éxito significativo, enfrenta desafíos continuos. La estigmatización del alcoholismo, la creciente disponibilidad de alcohol y la necesidad de adaptarse a las nuevas tecnologías y culturas son algunas de las dificultades que la organización debe superar. Sin embargo, la resiliencia y adaptabilidad de AA han demostrado ser sus fortalezas a lo largo de los años.
Con la llegada de nuevas generaciones, AA sigue evolucionando. Los grupos en línea y las reuniones virtuales se han vuelto comunes, especialmente durante la pandemia de COVID-19, lo que ha permitido a la organización continuar brindando apoyo incluso en tiempos difíciles. El primer alcohólico en México que buscó ayuda a través de Alcohólicos Anónimos fue Salvador G. Él fue fundamental en la fundación del primer grupo de AA en Ciudad de México en 1946, conocido como el “Grupo México”. Su iniciativa y liderazgo ayudaron a establecer la presencia de AA en el país y a expandir el programa de recuperación a nivel nacional.