Por: Manuel Lucio/ Retratista
La fotografía de arte plástico combina técnicas con un enfoque artístico, buscando representar la realidad de manera conceptual y estética; utiliza herramientas como la cámara y el posprocesamiento digital para explorar ideas y emociones, diferenciándose de la fotografía documental o comercial. Los artistas aplican técnicas como la composición, iluminación y manipulación digital para crear imágenes que invitan a la reflexión. Esta forma de arte se ha desarrollado desde el siglo XIX, enriqueciendo el lenguaje visual y permitiendo a los fotógrafos capturar momentos y sensaciones con gran profundidad.
La fotografía influyó significativamente en el desarrollo de las técnicas artísticas plásticas al liberar a la pintura de su función mimética. Con la invención del daguerrotipo en 1839, los artistas comenzaron a utilizar la fotografía como herramienta para capturar detalles y fenómenos que el ojo humano no percibe, enriqueciendo sus representaciones pictóricas. Movimientos como el impresionismo se benefició de esta relación, adoptando técnicas fotográficas para explorar la luz y la perspectiva, lo que permitió una nueva forma de mirar el mundo. Además, la fotografía estimuló la experimentación con técnicas como el pictorialismo, que buscaba reivindicar su valor artístico.
Captura del movimiento: Artistas como Degas tradujeron el movimiento de la fotografía instantánea a sus lienzos, reflejando la inmediatez y la fluidez.
Uso de luz y sombra: La atención a los contrastes intensos y la supresión de tonos intermedios, características de las imágenes fotográficas, se incorporaron en sus obras.
Estas técnicas permitieron a los impresionistas explorar nuevas formas de representación visual, alejándose del realismo tradicional. Las diferencias entre fotografía y pintura en términos de representación son notables:
Proceso de creación: La fotografía captura imágenes a través de reacciones químicas en un tiempo de exposición limitado, mientras que la pintura es un proceso manual que requiere la interpretación y filtrado de datos visuales por parte del artista.
Fidelidad y detalle: La fotografía tiende a ser más precisa y detallada, mostrando un realismo que a menudo supera el de la pintura, que puede omitir detalles para transmitir una impresión más subjetiva.
Interpretación del movimiento: La fotografía captura un instante específico, mientras que la pintura impresionista busca representar el movimiento y la luz de manera más fluida y dinámica, utilizando pinceladas que sugieren acción.
Estas diferencias reflejan no solo técnicas, sino también enfoques filosóficos sobre la representación de la realidad.