Desde el Mirador Jarocho y en el Vagón del Tiempo
VOLVER AL TERRUÑO ES ACARICIAR VIVENCIAS
Retornar a mi amado terruño después de varios meses de no pisar sus calles y envolverme en su ambiente de alegría me hace acariciar hermosas vivencias y volver a ver rostros que se encuentran en mis historias de vida y desde luego en mi corazón. Como si tuviera un prisma en la mano he vuelto a construir momentos hermosos y he tenido la oportunidad de constatar que el cariño que he puesto para elegir amigos y compañeros del camino ha fructificado y también la responsabilidad con que he manejado el periodismo para tratar de aportar algo a la comunidad también.
SERÁ ESTE JUNIO 2023 INOLVIDABLE PARA NEUSTRO SER
Este junio 23 ha enriquecido mi ser humano de una manera extraordinaria y lo agradezco profundamente a nuestro Ser Supremo, a pesar de que el verano en nuestro Veracruz es muy cálido haber venido de Canadá para corresponder a los compañeros que fundaron la Asociación de Periodistas del Estado de Veracruz el reconocimiento que me entregaron por mi trayectoria de sesenta años, reiterando a todos que sin duda hay muchos compañeros que merecen ser reconocidos, pero la suerte se inclinó por esta humilde servidora de la comunidad, lo que les agradezco profundamente y me obliga a ejercer los valores que se desprenden de esta profesión hasta el último día hábil de mi existencia…
LA RECREACIÓN EN EL PUERTO SE HA INTENSIFICADO
El arribo a mi amada tierra me permitió también participar en el merecido reconocimiento al gran amigo Tirso Inurreta por parte del Ayuntamiento, quien con ese don para las artes plásticas, que desarrolló con gran sabiduría en el diseño de la alta costura, realizó los dibujos interiores de mi segundo libro “Por Siempre Niño”, y desde luego convivir con muchos amigos personales y de grupos que dedican su amor y energía al servicio de la comunidad…
DISCULPAS POR ESCRIBIR HOY VIVENCIAS PERSONALES
Aunque siempre trato de desarrollar un tema de interés ya sea educativo, de apoyo, como la reciente campaña del Club Rotario Boca del Río Costa de Oro, que mueva a reflexión, y recordar vivencias que vibran en el interior de quienes son verdaderos seres humanos, hoy pido disculpas a mis lectores por escribir vivencias muy personales que me llevan a mover mi prisma para formar escenas inolvidables, caminos a veces intrincados, pero que llevan a resultados tan hermosos que debemos compartir, sobre todo para que quienes nos lean se identifiquen también con sus propios personajes y resultados…
UN VERDADERO ÉXTASIS LLEGÓ A MI CORAZÓN
La mañana del viernes 16 fue de verdadero éxtasis, pues aunque era de conectarme a la sesión semanal de la Asociación Cultural Antonio Montes, de Málaga, España, cambiamos el esquema tradicional, pues a esa hora se estaba desarrollando y pudimos ver por internet, la ceremonia de graduación de mi hija Elvira del Carmen, a quien siempre hemos dicho Elvi, como Enfermera Médica, en la Universidad de York, en Toronto, Canadá. Cuando la vimos pasar con su toga y birrete, entre los graduados con honores, los latidos de nuestro corazón se agolparon y el prisma dibujó a la tierna pequeña que siempre estaba dispuesta a abrevar conocimientos más allá de los que correspondían a su grado escolar, la vimos como adolescente superarse aprendiendo computación e inglés y al llegar a los 16 años pedirnos que la dejáramos participar en el programa de intercambio del Club Rotario, pues quería ir a un país europeo donde quería aprender francés y cuando le dijimos que esperara al siguiente año contestó que el tiempo es muy valioso y si no era admitida ese año podría intentarlo nuevamente. Todavía un poco temerosas por el largo desprendimiento, en una época en que no había internet y la comunicación era difícil, le dijimos que no teníamos tiempo para todo el proceso y papeleo, pero que si ella lo hacía podía irse, lo hizo.
MUCHOS PADRES Y ABUELOS SE IDENTIFICARAN
Cuando retornó y realizó en el CUHM la carrera de mercadotecnia nos sentimos tranquilos, pero cuando se casó e involucró con una empresa americana de productos de salud descubrió que le encantaba el área de la salud y a pesar de que el ingreso a la Universidad era muy difícil y le faltaban tres materias de bachillerato en esa nueva área, no se desanimó y las hizo durante dos años y después se abocó a reunir los requisitos para ingresar al área de la salud, que en Canadá solo reciben a quienes ya tienen otra carrera, no solo bachillerato, y logró ingresar, entre muchos aspirantes que había. Así que la mañana del viernes al verla desfilar triunfante, entre los graduados, con honores, además, no pude contener el llanto, y comparto su historia porque es ejemplo de que lo que se quiere se puede, y más aún cuando vi un pequeño videíto donde su esposo y sus tres hijos ya de 17, 14 y 12 años la aplauden al pasar desfilando hacia su lugar. Todavía mis manos tienen un ligero temblor, pero mi alma está llena de amor y de gratitud a nuestro Padre Eterno, que sin duda ha sido su guía pues ella es muy fervorosa y junto con su esposo, ha encaminado también a sus hijos al mundo fraternal que un día nos llevará al reino celeste. Y aunque todos los lunes le envío a ella esta columna, hoy no se la enviaré pues siempre me dice que son acontecimientos privados, y no le gusta que hable de ella, pero, no lo pude evitar…