Por: Elvira del Carmen Tejera/El Dictamen
Desde el Mirador Jarocho y en el Vagón del Tiempo
UNA REFLEXIÓN MOTIVADA POR DICIEMBRE
El recorrido decembrino 2024 que casi todos hemos realizado dando oportunidad de crecer, como nunca en todo el año, a la parte espiritual de nuestro ser, dejando un poco atrás a la parte material, nos motiva para una reflexión más allá del nacimiento de Jesús, proyectada en su doctrina. Abrazamos a nuestros seres queridos del clan familiar, convivimos con amigos que por largo tiempo no habíamos visto, saludamos con a gente que en otras ocasiones eludíamos, de acuerdo a nuestro presupuesto compramos regalos para entregarlos a nuestros allegados…
VISITAS A CENTROS ASISTENCIALES
También algunos de nosotros, sobre todo los que forman parte de grupos o clubes, han visitado instituciones como hospitales de la comunidad, asilos de niños y ancianos, llevando regalos necesarios para su subsistencia o para mitigar sus carencias, y las carencias no son únicamente materiales, sino de amor, de compañía, de intercambio como seres humanos. Recordemos el viejo refrán de que “No solo de pan vive el hombre”. Son importantes los alimentos y las medicinas para mantenernos con salud, pero a veces cura más una charla, aunque sea trivial, una caricia, una compañía que quite la frialdad de las paredes y a veces de los que atienden en los asilos o residencias por haberse acostumbrado al ambiente de escasez o dolor que ahí se vive y asoma entre la mirada de los que ahí moran.
UNA VISITA QUE ME ESTRUJÓ EL CORAZÓN
Hace unos días estuve en un lugar de esos y pregunté por una persona conocida con quien estuve platicando antes de irme a Canadá larga temporada, casi no la reconocía, tenía las características del famoso alemán, le dije quién era, y solo se sonrió y asentó con la cabeza, y me dijo una persona de las que atienden “háblele usted, la veo sonreír y me da gusto, y creo que a ella también porque nadie viene a visitarla”; se me encogió el corazón, porque sé que ella tiene familiares, pero en ocasiones nos asimos a la disculpa pensando que no nos necesitan…
NO PERDAMOS LA SENSIBILIDAD DE DICIEMBRE
Esta temporada decembrina nos sensibiliza y llegamos a visitar, a convivir, a compartir viandas cargados de alegría, buenos deseos, bendiciones y propósitos para cambiar aspectos de nuestra conducta por el amor fraternal que duerme en nuestro corazón, no lo perdamos, que tenemos que despertarlo y derramarlo generosamente en cada uno de los que se acerquen a nosotros…
QUE LA ALGARABÍA DEL AÑO NUEVO NO NOS HAGA SORDOS
Mi petición para todos nuestros lectores, familia, amigos y la humanidad entera, es que el estruendo que provocan la euforia, algarabía, los brindis y convivencias bulliciosas, no logren ensordecernos a tal grado que nos olvidemos de quienes nos necesitan no solo material sino emocional y espiritualmente, y que volvamos a cargarnos de bendiciones para seguir repartiéndolas en todos los ámbitos, con la misma alegría que lo hemos hecho en diciembre… Esperamos sus comentarios en el correo [email protected]